Desde la empresa Telefónica informaron ayer que la pérdida de señal detectada en uno de los cables submarinos que enlazan Eivissa con Mallorca no afecta a los usuarios y anunciaron que esperan recuperar la normalidad a lo largo de este fin de semana.
Una fuente autorizada de la empresa explicó que los operarios especializados desplazados a Eivissa a bordo del barco René Descartes de France Telecom (perteneciente al consorcio que une a las operadoras de telefonía) trabajan a 50 metros de profundidad, cerca del puerto de Eivissa, para reparar esta incidencia que no es una avería ni una ruptura, sino una pérdida de señal provocada por el retorcimiento del cable.
Según ha podido saber este periódico, el ancla de un barco gasero italiano podría haber provocado esta incidencia, que fue detectada durante las labores de mantenimiento que la empresa se encuentra realizando en la Isla, y que suelen llevarse a cabo fuera de temporada para minimizar las molestias.
El portavoz de la empresa explicó que incidencias de este tipo han ocurrido más veces y que por ello se instalaron tres cables en la conexión entre Eivissa y Mallorca, lo que garantiza que no se detecten problemas en el servicio. A diferencia de las rupturas del único cable que une Eivissa y Formentera, que provocaron en la pitiusa menor la pérdida del servicio en dos ocasiones a lo largo de este verano, la conexión de Telefónica entre Eivissa y Mallorca está enlazada por tres cables que no están al máximo de su capacidad lo que permite que, en caso de que un cable falle, los otros dos puedan prestar servicio en su lugar.
En el caso de Formentera, según la empresa, hay un solo cable porque se consideraba que por su trazado era muy difícil que hubiera «alguna anomalía», mientras que entre Eivissa y Mallorca se han producido otras incidencias y por ello se han instalado tres. En este sentido, desde Telefónica explicaron que «al estar duplicada la infraestructura» en caso de incidencia, «el cliente no lo percibe porque no se produce ningún corte».
Según el portavoz, la coincidencia de que el barco de mantenimiento se encontrara en la Isla favorecerá la rapidez de su reparación a diferencia de lo ocurrido este verano con el cable de Formentera, cuando el barco tardó días en llegar debido a que se encontraba en otra ubicación.