Los trabajadores de Coca-Cola en Eivissa se sumaron ayer a los paros parciales de actividad convocados a nivel nacional contra el ERE que prepara la empresa y el cierre de fábricas, entre ellas, la de Mallorca. Durante dos horas, los empleados de Eivissa se concentaron a las puertas de su centro de trabajo en la nave de Can Bufí, y con la presencia de dos agentes de la Policía Nacional, para protestar contra el recorte del 65% de la plantilla que la empresa prevé en Eivissa. Recordaron, además, que la empresa tuvo el año pasado 900 millones de euros de beneficios.
Las pretensiones de Coca-Cola para Eivissa se centran en recortar un 65% la plantilla actual, por lo que los 23 empleados actuales (19 fijos y cuatro fijos discontinuos) pasarían a ser finalmente ocho si el ERE continúa tal y como está planteado y afecta a 15 trabajadores. Los trabajadores explicaron ayer que este recorte de empleados es «imposible», sobre todo cuando el volumen de trabajo «se multiplica por 15 en verano». Es más, según los trabajadores, en la época estival, y debido al incremento de trabajo, la plantilla crece en hasta 14 empleados evetuales más. «No se puede asumir la carga de trabajo con ocho trabajadores. Es imposible. El porcentaje de despidos que manejan para Eivissa es muy elevado. En principio dicen que no van a externalizar ningún servicio. Estamos viviendo el ERE con mucho nerviosismo e incertidumbre. Por ahora, no sabemos cómo afectará, si serán despidos, recolocaciones...», explicó David Alfonso, uno de los representantes de los empleados en Eivissa, quien afirmó que la plantilla de empleados cuenta con una antigüedad laboral de entre 15 y 20 años. «Llevamos muchos años trabajando y el choque que hemos tenido es que de 23 empleados quieran pasar a ocho; ¿qué pasará en verano?», se preguntó Alfonso.