Mercadona negó ayer haber recibido una orden del Ayuntamiento de Sant Antoni para paralizar las obras del supermercado que construye en el municipio, y atribuyó la suspensión de los trabajos a la decisión de impulsar el proyecto de Puig d'en Valls, cuya construcción se iniciará en breve. Todo lo contrario, de lo que afirmó ayer el concejal de Urbanismo, José Torres, que insistió en que el pasado viernes, tras una inspección en la que se detectó que «había cimientos que no se contemplaban en la licencia» se dio una orden «verbal de paralización» que se cumplió, y que evitó una orden escrita y un precinto en caso de que fuera incumplida.
Sin embargo, una portavoz de Mercadona afirmó que solo se recibió un requerimiento solicitando información que, según aclaró el concejal, pide a la cadena de alimentación que «justifique» las obras acometidas sin licencia.
Por su parte, la portavoz explicó que dado que el proyecto de Sant Antoni no se iniciará hasta final de año (debe esperar la licencia tras la aprobación del cambio en la normativa urbanística que lo permita), el objetivo es centrarse en el proyecto de Puig d'en Valls, que tras una importante excavación arqueológica debe esperar el visto bueno de Patriomoni. Al respecto, el Consell anunció ayer que se aprobará en la próxima Ciotupha, que aún no tiene fecha.