Casi dos años después de que se descubriera que el Ayuntamiento de Sant Josep había construido un aparcamiento sin la autorización de la Comisión Insular de Urbanismo y Patrimonio (Ciotupha) en el entorno de protección de la iglesia, la Conselleria de Patrimoni sigue sin concluir el expediente sancionador contra la institución josepina.
La normativa exige que todas las obras que se realicen en un radio de 250 metros cuenten con un permiso especial con el fin de preservar este edificio religioso declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Sin embargo, en junio de 2012, a raíz de una pregunta del grupo de la oposición PSOE-Pacte, el concejal de Urbanismo, Javier Marí, reconoció que no se había pedido autorización a Patrimoni, e incluso, que el parking carecía de licencia de instalación debido a la cantidad de expedientes que había por tramitar en el propio Consistorio.
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