El Grup d'Estudis de la Naturalesa ha exigido a las instituciones medidas para paralizar "el desorden y la impunidad" en Tagomago. Así, han pedido el precinto inmediato del beach club o el cierre de la vivienda vacacional.
En un comunicado, los ecologistas han recordado las "ilegalidades flagrantes" cometidas por la propiedad, como la alteración de la cobertura vegetal con excavadoras o la introducción de especies alóctonas, y han lamentado que "aunque la administración conoce estas actividades, la realidad es que a día de hoy no se ha impulsado ninguna medida efectiva para parar este desorden".
Según han denunciado, el islote "sólo está protegido sobre el papel, siendo en la práctica un espacio sin ley donde se perjudican los valores naturales que dieron pie a su protección".
Así, los ecologistas han solicitado que se emprendan, por parte del Ayuntamiento de Santa Eulària y del Consell, algunas medidas como el precinto inmediato de las instalaciones del beach club o su personación en el procedimiento de ejecución de la sentencia de demolición existente para exigir y garantizar que dicha sentencia se aplique lo antes posible.
Asimismo, han exigido el cierre de la web donde se publicita la vivienda vacacional del islote, que no tendría las pertinentes autorizaciones. También, han explicado que en la finca se habrían realizado, sin permiso, varios trabajos que necesitan la licencia de obra mayor. Así, según han denunciado, "no se conoce la existencia del final de obra, ni la supervisión que garantice la seguridad estructural de la edificación".
Los ecologistas han pedido el precinto de la vivienda y que se impida su uso mientras dura el expediente de disciplina urbanística. También han exigido que se lleven a cabo las gestiones necesarias para evitar el aterrizaje de helicópteros en la isla "ya que son incompatibles con la avifauna protegida".
Desde el GEN ha confiado en que las peticiones sean atendidas con la mayor brevedad posible "para evitar que siga la degradación de los valores naturales de Tagomago y para acabar, de una vez por todas, con la total impunidad con la que actúa la propiedad, que se comporta como un rey absolutista, aplicando su propia ley según su conveniencia".