La zona de West End de Sant Antoni está considerada como una de las áreas de fiesta con más afluencia y altercados de la isla. El Ayuntamiento de la localidad lo sabe, y por eso ha llevado a cabo la contratación de nueve agentes cívicos que reforzarán la seguridad en los lugares más conflictivos.
La empresa encargada de esta labor de apoyo es Fegamas Servicios Auxiliares y su gerencia corre a cargo de Félix García Barroso Villacampa. «Nosotros desempeñamos una labor de información ciudadana y de conciencia cívica. Muchas veces la gente desconoce lo que puede o no puede hacer. Son turistas que vienen de vacaciones por una semana y nadie les ha explicado las normas que tienen que cumplir», comenta el gerente.
El equipo está formado por ocho agentes guiados por un coordinador y están instalados en la Oficina Conjunta de la Guardia Civil y Policía Local, con un horario de 21,00 hasta las 07, 00 horas de la mañana. Las unidades empiezan la noche patrullando en parejas la zona norte y sur, respectivamente, para luego reunificarse en los lugares con más concurrencia turística. «Vamos a estar en activo durante los meses de julio y agosto», apunta Barroso.
La función que ejecutan estos agentes es de orientación para que los ciudadanos cumplan las ordenanzas municipales; estas hacen referencia a aspectos como por ejemplo limitar el volumen de la voz en la calle, a vestir con decoro, a no orinar en la vía pública o a no tirar basura en la vía pública. «Ninguno de ellos puede intervenir como agente de seguridad. Son un personal que tiene la obligación de transmitir unas normas básicas que hay que cumplir. No pueden utilizar la fuerza física y, de hecho, no llevan ningún elemento que les identifique como agentes de la ley. Lo único que pueden hacer cuando ocurre algo es avisar a las fuerzas de seguridad, que es la Policía Local, o en un caso más grave a la Guardia Civil», aclara el gerente.
«Para la contratación de estos vigilantes convocamos unas plazas públicas, hemos ido entrevistando a los candidatos e hicimos una selección de aquellos que nos han parecido más adecuados», comenta el responsable de esta iniciativa.
Asimismo, los agentes han sido instruidos en diferentes ámbitos para poder realizar su trabajo con pleno conocimiento de sus acciones. «El primer curso de formación ha sido de primeros auxilios, también han aprendido a utilizar el desfibrilador. Por otra parte, les hemos dado unas clases de inglés básico por que es necesario poder comunicarse con el ciudadano. Finalmente, se ha hecho especial hincapié en ofrecer una orientación en caso de concentración de masas en espectáculos y eventos públicos», aclara García Barroso.
David Gálvez Jiménez es el coordinador de los agentes cívicos y el responsable de guardar la Oficina Conjunta donde están ubicados. «De momento la noche está yendo bastante tranquila. Vamos informando de las conductas que se deben seguir y están aceptando de buen grado las indicaciones. La acción de la noche varía según el día. Anoche, por ejemplo, no tuvimos casi trabajo», comenta Gálvez. «La mayoría de casos son chicos mareados, gente indispuesta, alguien que se ha cortado. Nada grave. Luego están aquellos que se han desorientado y no saben donde está su hotel o que han perdido las llaves de éste».