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Los arquitectos exigen a Cultura que aclare si la fachada marítima es BIC

El megayate Radiant es uno de los que ha visitado Eivissa este verano y ha amarrado en la parte vieja del puerto.

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La demarcación del Colegio de Arquitectos de Eivissa y Formentera solicitará el informe «íntegro» del Ministerio de Cultura que recibió el Consell d'Eivissa y que determina que el puerto de Eivissa no está declarado conjunto históricoartístico y que, por tanto, no tiene protección patrimonial.

Estos profesionales defienden que si bien el informe establece esto no quiere decir que «una parte del conjunto sí que sea Bien de Interés Cultural. Por lo que hemos conocido hasta el momento por prensa, Cultura establece que el puerto en su conjunto no lo es porque, evidentemente, el dique de es Botafoc y la plataforma de los muelles comerciales entendemos que no estén dentro del BIC. En el plano de 1967 que delimita lo que es el casco histórico de la ciudad está claro que esta parte del puerto, que abarca desde la estatua de los pescadores hasta el muro, sí que está incluido en el BIC», explicó Iván Torres, presidente de la demarcación de Eivissa y Formentera.

Peticiones

Además solicitarán que tanto el Pepri del Ayuntamiento como la comisión de Patrimonio del Consell se pronuncien sobre este informe y valoren si «consideran que lo que dice es correcto o no». En esta misma línea harán una solicitud a Cultura para preguntar «si consideran que en base al plano de 1967 que esta zona, la fachada marítima, está dentro o no del BIC. Finalmente, si tanto el Pepri, como el Consell como Cultura nos dicen que no es BIC tendremos que asumir que nos hemos equivocado», afirmó Torres.

El presidente de los arquitectos pitiusos quiso dejar claro que no se oponen a estos trabajos sino que entienden «que son fundamentales, pero queremos que se haga de la mejor manera posible y siguiendo la legalidad para que realmente se revitalice la zona al máximo» y acusó al gestor portuario de «falta de transparencia en tanto en cuanto no cumplen la Ley de Puertos al no tener un plan especial de usos». Aquí se encuentra uno de los principales problemas de estas obras, según explicó Torres, pues al no tener un plan de usos «no queda definido exactamente qué es lo que quieres en el puerto». «El plan especial de usos que tiene que llevar un estudio de impacto ambiental y debe estar aprobado por el Pepri y por la comisión de Patrimonio del Consell. La Ley de Puertos exige que debe haber un plan especial de usos y no existe», concluyó Torres.

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