Vila amaneció ayer republicana. O a la menos eso podría pensar cualquier turista despistado que pasease ayer por la mañana por el centro histórico o simplemente levantase la mirada desde muchos puntos de la ciudad. Alguien, con nocturnidad y cierto afán de provocar, sustituyó la bandera española que normalmente preside el baluarte de Santa Tecla - flanqueada por la bandera de la isla y de la propia capital - por la tricolor.
Fueron unas horas, tan sólo media mañana, pero unas horas que generaron curiosidad, entusiasmo y seguramente algún que otro enfado, como el de la propia alcaldesa, Virginia Marí, que en un acto público al que asistió más tarde invitó al ‘rebelde' o rebeldes autores del ‘cambiazo' a «dar la cara»; eso sí, la primera edil habló desde el respecto a las ideas. Sea como sea, que nadie se confunda: Vila, Eivissa, las Balears y el Estado español siguen estando regidos por una monarquía constitucional, al menos de momento.