Este pasado fin de semana, en triple sesión, dos el sábado y una el domingo, la sala Sa Vinya, situada en el kilómetro 10 de la carretera de Sant Josep, acogió el estreno de Operación Santa, érase una vez un musical navideño, la nueva creación de Marcos Penschow.
En cada una de las representaciones tanto adultos como pequeños se contagiaron con el espíritu de la Navidad gracias a esta peculiar historia. Y es que todos los espectadores pudieron trasladarse casi de manera mágica hasta el Polo Norte para asistir de primera mano como Papa Noel y sus característicos duendes se preparaban alegramente para vivir estos días tan entrañables mientras Jack el Oscuro y sus siniestros ayudantes buscaban destruirla planeando robar una lista con los nombres de los niños que mejor se habían portado durante este año y evitar así que les pudieran llegar sus regalos.
Todo ello envuelto en una trama llena de humor, canciones, por supuesto un final feliz, como corresponde a estas fechas, y la moraleja de que nada ni nadie podrá acabar con la Navidad mientras los niños sigan creyendo en ella.
Una hora y veinte
Cada una de las actuaciones se prolongó durante algo más de una hora y media y en ella todo el público no pararon de reir, cantar, bailar e, incluso, emocionarse. No en vano, algunos de los comentarios más favorables llegaron al final de la función de las madres de los niños más pequeños, de entre año y medio y dos años, cuando se dieron cuenta que sus hijos habían sido capaces de aguantar durante toda la respresentación atentos a lo que pasaba sobre el escenario y emocionados cuando aparecía en él Papá Noel.
Operación Santa, érase una vez un musical navideño
ha sido la primera incursión del polifacético creador ibicenco Marcos Penschow en el mundo del musical infantil. Sin embargo, asegura que la experiencia «ha sido tan gratificante por ver las caras de los niños y la alegría de los padres al ver disfrutar a sus hijos» que seguramente ésta no será la última.