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«Luchábamos para que las residencias fueran públicas, ojalá no cambie tras las elecciones»

Toni Escobar

| Eivissa |

Los empleados de Can Blai y Can Raspalls mantuvieron ayer sendas reuniones en las residencias de Santa Eulària y Sant Jordi para abordar la decisión tomada este lunes por el Govern balear y el Consell d'Eivissa de anular el proceso de externalización para que sea desde mañana la Fundació d'Atenció a la Dependència quien las gestione. La resolución, que se fundamenta en evitar los retrasos en los abonos de las nóminas de los 150 empleados y el pago a proveedores, fue aplaudida por los representantes laborales de ambas residencias.

Raúl Ajo, uno de los portavoces de los trabajadores de Can Blai, admitió que «siempre es una buena noticia que las residencias se gestionen a nivel público». «A priori era por lo que nosotros luchábamos», subrayó el fisioterapeuta de la residencia de Santa Eulària.

A las 14,00 horas estaban convocados ayer los delegados de los trabajadores de Can Blai para evaluar la nueva situación, después de que el lunes sólo pudieran acudir dos asesores sindicales a la reunión de la junta del Consorci de Gestió Sociosanitari. Media hora después, expusieron a cerca de 40 trabajadores los detalles fundamentales de la decisión institucional: liquidar el Consorci a fecha de 31 de diciembre y aprobar que la gestión de ambas residencias pase a la Fundació d'Atenció a la Dependència, que depende exclusivamente del Govern balear. Por la tarde tuvo lugar otra reunión informativa en la residencia de Can Raspalls. El sentir general era de satisfacción.

«El convenio que se firmó sigue adelante. Los puestos de trabajo y las nóminas se mantienen, se van a respetar y, por ello, estamos tranquilos con el tema de las externalizaciones. Al menos hasta las elecciones», indicó el portavoz de los empleados, quien espera que el nuevo horizonte no varíe tras los comicios municipales y autonómicos del próximo mes de mayo: «Si siguen los que querían las privatizaciones, a lo mejor insisten en privatizar».

Raúl Ajo considera que la residencia de Sa Serra, en Sant Antoni, «era un caramelito» para las empresas de gestión privada. «Pero las que quisieran hacer lo mismo en Can Blai y Can Raspalls tendrían que aceptar los sueldos de 150 trabajadores y aceptar un pliego de condiciones difícil de asumir. A mí como empresa privada, no me interesaría», confiesa.

Proceso de liquidación

Los empleados esperan cobrar esta semana las nóminas de diciembre y la paga extra de Navidad, como ha garantizado el Consell Insular. «Si quieren liquidar el Consorci y que la gestión la asuma la Fundació d'Atenció a la Dependència tiene que pasar ‘limpio', sin cargas», precisa el portavoz de los trabajadores, quien espera que en la reunión acordada para el próximo día 7 con los representantes de la administración «se puedan pulir un poco todas las dudas que puedan surgir ahora». Raúl Ajo entiende que con una gestión pública «se agilizarán los pagos» ya que, en su su opinión, «una de las causas por la que han liquidado el Consorci Sociosanitari eran los problemas burocráticos. Tenían el dinero para pagar, pero tenían que esperar a determinadas firmas e Intervención lo echaba para atrás».

«La lectura a nivel de los delegados y a nivel general es buena. En principio, hay optimismo hasta las próximas elecciones. Esperemos que si ganan no sigan con la tontería de privatizar», concluye.

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