La Assemblea de Docents abre esta semana un calendario de acciones reivindicativas con las que se pretende mantener viva la lucha del colectivo docente desde ahora hasta el final de curso, cuando no se descartan medidas más contundentes.
La primera de estas actuaciones es la exposición retrospectiva ‘Dos años de lucha por la educación', que se inauguró ayer en Can Alcover. Participaron en la presentación representantes de la Obra Cultural Balear, de la Assemblea de Docents y de l'Espai Mallorca.
La exposición ofrece una panorámica de un «conflicto educativo y social insólito, por su duración y su intensidad». La integran un total de 74 imatges i 16 plafones explicativos sobre la llamada ‘marea verda', que se ha levantado «como nunca contra las agresiones en la escuela».
Precisamente, la muestra, ya se expuso en el Espai Mallorca de Barcelona entre los meses de octubre y noviembre del año pasado. De hecho, el conflicto educativo fue seguido de cerca desde Catalunya y por aquellas fechas fueron muchos los usuarios del Espai que se interesaron por la situación, sus causas y su evolución. Por eso se gestó y realizó esta exposición, para visualizar el conflicto en la ciudad de Barcelona. Para ello se contó con la ayuda de la Assemblea de Docents de las Islas, que facilitó buena parte del material gráfico necesario que ahora podrá verse en Palma.
La mayoría de las imágenes que aparecen en la exposición han sido realizadas por particulares que las han cedido desinteresadamente para su reproducción; otras son de reporteros gráficos que también han querido colaborar.
A esta muestra, que permanecerá hasta el 14 de febrero, le seguirá la participación de la Assemblea de Docents, por segundo año, en la Rua. ‘Tornem a pintar el carrers de verd' es el lema elegido este año por los docentes y la Plataforma Crida, que esperan hacer oir su voz y su mensaje durante el fin de semana del 14 y 15 de febrero.
Entre los meses de marzo o abril llegará una nueva edición de la ‘Marcha por la educación', que el año pasado partió desde Inca para acabar en Palma después de pasar por diversos municipios. Unas 2.000 personas tiñeron de verde las carreteras en defensa de una educación pública, de calidad y en catalán.