Dos semanas después de la apertura completa del nuevo Hospital Can Misses, el sindicato CSI-F ha mostrado su disconformidad con la gestión que está realizando la empresa concesionaria del complejo hospitalario. La delegada sindical, Teresa Arce, apuntó que a diario se registran una media de diez incidencias de mantenimiento en cada planta, lo que obliga a una persona a dedicarse únicamente a esta labor. «Es un hospital nuevo y hay muchas incidencias que espero que se solucionen para dedicarnos más a la asistencia sanitaria a los usuarios y poder trabajar con más comodidad y no estar comunicando incidencias continuamente», apuntó Arce, que aseguró que el personal está «nervioso y crispado» después del cambio de ubicación.
Cortes de luz
Entre los problemas detectados, el sindicato destaca el laboratorio, donde aseguran que no pueden tocar el grifo de agua caliente porque «hay riesgo de inundación». «La solución que nos han dado es que no lo abramos», lamenta Arce, que también apunta que en este departamento «hay cortes de luz porque la concesionaria ha contratado una potencia de electricidad más baja de la que corresponde».
En este aspecto, desde el Área de Salud de Eivissa y Formentera aclararon que la contratación de potencia afecta a todo el complejo hospitalario y que cubre las necesidades de todos los servicios, por lo que descartaron que el problema esté asociado a una baja cantidad de potencia.
Respecto a las incidencias, recordaron que existe una unidad de control y seguimiento de los servicios que gestiona la concesionaria, donde se notifican todas las deficiencias que tienen que estar resueltas en un tiempo determinado. En el caso que no se solucionen se establecen unas penalizaciones económicas que tienen como objetivo final «velar por la calidad de los servicios prestados.
Por otra parte, el sindicato también denunció otras deficiencias como que en la cocina con la que se hace la comida de los enfermos se está utilizando también para preparar la comida de la cafetería.