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Raúl Sierra: «Hemos apostado mucho por el personal porque el gran lujo está en el servicio»

El director de Ibiza Gran Hotel, Raúl Sierra, posa en el jardín del establecimiento con una de las obras de arte. | Toni Escobar

| Eivissa |

Raúl Sierra (Barcelona, 1972) está al frente del Ibiza Gran Hotel desde hace nueve años. Este establecimiento hotelero abrió sus puertas en abril de 2008 con la intención de llegar a la máxima categoría hotelera y ese momento ha llegado. Ibiza Gran Hotel se ha convertido en el primer hotel cinco estrellas Gran Lujo de las Pitiüses. Por el momento cuentan con un crecimiento de reservas del 14% en comparación con las mismas fechas del año pasado.

—¿Cuánto tiempo llevaban trabajando para conseguir esa ‘sexta estrella?

—Ibiza Gran Hotel nació con la vocación de ser un hotel de cinco estrellas gran lujo. Abrimos en abril de 2008 y empezamos nuestra trayectoria como hotel de cinco estrellas enfocándonos mucho hacia el servicio, que al final es lo que diferencia un cinco estrellas de un cinco estrellas gran lujo. Ha sido un trayecto de ocho años hasta llegar a la máxima categoría hotelera. En un primer momento, Ibiza Gran Hotel nació con la idea de aspirar a la máxima categoría y poco a poco y con trabajo lo hemos conseguido.

—¿Qué inversión han realizado para aumentar la categoría?

—En cada cierre de temporada invertimos una importante cantidad en renovar nuestras instalaciones; esto es parte del concepto y de la filosofía del hotel. Es decir, para ser un cinco estrellas de verdad y tener la categoría gran lujo tenemos que apostar y renovar las instalaciones; por ejemplo, cada cuatro años cambiamos los colchones de las suites, cada temporada renovamos la sabanería y las toallas...Hacemos una inversión constante en renovación del establecimiento. Desde que abrimos el hotel, y hasta la fecha, hemos invertido más de cinco millones de euros en la mejora de las instalaciones del hotel.

—¿Qué requisitos han tenido que cumplir para conseguir la categoría ‘gran lujo'?

—Ibiza Gran Hotel empezó con la categoría cinco estrellas, según la ordenación turística anterior. Hace tres años se aprobó la nueva normativa turística que establece unas autoevaluaciones, nos volvimos a clasificar como cinco estrellas, que son 700 puntos, y actualmente para conseguir la categoría cinco estrellas gran lujo hemos tenido que subir a 950 puntos, que los hemos superado. Algunos detalles relevantes es que nuestra suite más pequeña tiene 42 metros cuadrados, más otros ocho de terraza y con orientación al mar o a Dalt Vila, es decir, los mínimos exigibles son muy elevados. Pero más allá de la parte física de las instalaciones quiero destacar que la inversión más importante que hacemos es en personal. Por ejemplo, esta temporada hacemos un curso de formación para nuestra plantilla, que se llama ‘El encanto de ser grande' y que se centra en el estilismo, para que las chicas, por ejemplo, sepan cómo llevar el uniforme, cómo recogerse el pelo o los chicos cómo deben llevar las patillas o las manos. En definitiva, hemos cumplido con una serie de requisitos que nos consolidan y nos diferencian como un cinco estrellas gran lujo.

—¿El aumento de categoría ha implicado un aumento de personal?

—El hotel siempre ha apostado mucho por el personal, porque el gran lujo se encuentra en el servicio. Tenemos un ratio de plantilla de 1,42 trabajadores por cada suite (en total hay 157 suites), por lo que tenemos más de 230 empleados trabajando en el hotel al servicio del cliente. Es un ratio elevado y lo queremos conservar porque creemos que en seis o siete meses que dura la temporada tenemos que dar el mejor servicio.

—Esta temporada lucen dos importantes obras de arte.

—El hotel se abrió en 2008 con el concepto de contenedor de arte vivo, es decir, todas las obras que tierne el hotel han sido hechas especialmente por 25 artistas contemporáneos que seleccionamos para que hicieran obras específicas para las habitaciones y estancias comunes. Este año reforzamos la apuesta por el arte con la obra Oval Buddha de Murakami, que es excepcional y tenemos el privilegio de que este año nos acompañe. Otra de las obras es Círculo de Pizarra Roja de Richard Long. Seguimos apostando por el arte, que es uno de los complementos del gran lujo.

—En un primer momento Ibiza Gran Hotel abrió todo el año, ¿podría volver a darse esta posibilidad?

—Nuestro concepto inicial se basó en los 365 días y lo empezamos a vender así. En aquel momento lo veíamos viable, pero apareció la crisis e hizo reestructurar la oferta de la isla. A día de hoy se hace difícil poder abrir más de seis o siete meses debido a que la comunicación aérea es uno de los inconvenientes más importantes que tenemos ahora mismo en la isla. Nuestro proyecto es ir creciendo en días abiertos y, por ejemplo, tenemos el casino que está abierto todo el año y es una apuesta muy importante con la que la gente de Eivissa se identifica, y otra de las novedades es Heart Ibiza, un proyecto con el que se intentará alargar la temporada.

—¿Hay clientes habituales que se interesan en visitar la isla fuera de temporada?

—Nos llegan peticiones individuales y de grupos, pero para conseguir abrir todo el año necesitamos la unión de varios factores, entre ellos, que los hoteles estén abiertos, que la oferta de restauración esté abierta y que la comunicación aérea acompañe. El clima lo tenemos y extender la temporada es fácil si hay unión entre todas las fuerzas de Eivissa.

—Han conseguido la primera categoría cinco estrellas gran lujo o ‘sexta estrella' de las Pitiüses, ¿habrá más hoteles que intenten obtenerla?

—Este hotel nació con la vocación de ser cinco estrellas gran lujo y el mercado de la isla pienso que lo aceptará. La cuestión es que quien se oferte como cinco estrellas o cinco estrellas gran lujo realmente lo sea en cuestión de servicio, no sólo en instalaciones.

—¿Hay demasiados hoteles de cinco estrellas en la isla?

—El tipo de turismo de la isla está evolucionando y muchos empresarios han evolucionado también y esto ha provocado que haya más hoteles de cinco estrellas; estamos encantados de que esto sea así porque pienso que da más ‘empuje' a todos los negocios de la isla y a todos los que estamos en Eivissa. Considero que el turismo de lujo arrastra y atrae a otro tipo de turismo, que también tiene cabida en la isla. Eivissa tiene cabida para todos. Sí que hay una cosa que me preocupa realmente y es aquella oferta de cinco estrellas que realmente no es cinco estrellas porque ahora mismo se están ofertando hoteles con calidad y servicios de cinco estrellas y lujo que realmente no lo son; esto me preocupa porque daña la imagen de la isla. Por lo tanto es importante que lo que sea realmente cinco estrellas ejerza como tal y sobre todo, que se promocione y se haga una publicidad correcta para no engañar a los clientes.

—¿Cómo cree que será el global de la temporada?

—Partimos con unas expectativas muy buenas porque estamos muy contentos de estrenar la máxima categoría. Presentamos, además, un nuevo casino, el proyecto Heart Ibiza y nuevas obras de arte. Basándonos en datos estamos en un 14% por encima de las reservas del año pasado y esto es una buena señal. Somos optimistas y pensamos que será una excelente temporada en la isla. Hay fines de semana de junio y julio que están cerradas las ventas y ya hay muchas fechas que están por encima del 80% de ocupación: esto nos hace preever que habrá una buena ocupación y que habrá buena evolución.

—¿Qué proyectos tienen a corto, medio y largo plazo?

—A corto plazo seguiremos dando servicio y nos mantendremos como un referente hotelero no solo de Eivissa, sino del Mediterráneo. El futuro, ya nos lo marcará el camino porque quién iba a pensar que después de ocho años de haber abierto el hotel íbamos a montar una experiencia con los hermanos Adrià y el Circo del Sol. Lo que tenemos claro es que vamos a ser consecuentes en la categoría que estamos y en el servicio que queremos ofrecer.

—¿Eivissa se está especializando demasiado en turismo de lujo?

—Pienso que no, porque hay cabida para todos, siempre y cuando hagamos las cosas bien. El turismo de lujo acompaña, atrae a mucho más turismo. La isla tiene un pasado importante y se ha convertido en un referente del Mediterráneo, desbancando a otros destinos como Saint Tropez o Cannes. La marca Ibiza está en auge y todo lo que está apareciendo en la isla ayuda en su posicionamiento internacional y hace que cada día se conozca más en todo el mundo.

LA NOTA

“Seguimos reclamando una solución para el torrente de Sa Llavanera”

-Al lado del hotel está el torrente de Sa Llavanera, ¿le ve solución?

-Tiene una ‘bonita' historia porque en el año 2008, con la ayuda de Vila, Consell y Govern casi conseguimos un acuerdo para poder solucionar este desastre que tenemos aquí al lado y en nuestro barrio; estuvimos a punto de cerrar este acuerdo, en el cual había un proyecto sobre este torrente, pero todo se fue al traste. Desde entonces sufrimos el desastre de este torrente. Por lo tanto, hago un llamamiento a todos nuestros políticos para ver cómo se puede solucionar porque da mucha pena el estado en el que está, no solo por el hotel sino por el barrio en sí. Cuando ha habido cambios políticos hemos vuelto a llamar a puertas, hemos ido a presentarles muestras, hemos recordado que tenemos esto pendiente y ahí sigue. Pero seguiremos insistiendo en buscar una solución

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