El Ayuntamiento de Vila aprobó ayer el avance de la revisión del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Vila con el respaldo de todos los grupos políticos, a excepción de EPIC, que se abstuvo en la votación. El nuevo documento se deberá aprobar de forma inicial en un plazo máximo de un año para que se pueda levantar la moratoria de licencias de obra nueva que entró en vigor el pasado 18 de abril.
La medida se tomó después de que el Tribunal Supremo anulara en febrero el PGOU de Vila por un defecto de forma, al haberse aprobado en 2009 sin la Evaluación Ambiental Estratégica. La sentencia llegó tras la denuncia de un propietario de ses Feixes, que denunció que el documento había sido aprobado sin contar con ese informe imprescindible para que saliera adelante.
Suspensión licencias
Durante el pleno también se aprobó el levantamiento parcial de la suspensión de algunas licencias en el supuesto de cuatro casos. La moratoria no afectará a los establecimientos hoteleros ya existentes que se acojan a la Ley Turística para que puedan tener «la opción de modernizarse y realizar reformas», tal como explicó el conseller de urbanismo, Juan Flores, que recordó que, de todas formas, la normativa balear tiene un rango superior al PGOU.
El pleno también dio el visto bueno, con los votos en contra del PSOE, al levantamiento de licencias para que las casas que están en suelo rústico puedan legalizarse a través de la Ley del Suelo, así como para los edificios que están catalogados y para las agrupaciones de parcelas.
El equipo de gobierno, que se comprometió a agilizar al máximo los trámites para no tener paralizado urbanísticamente el municipio, recordó que han cumplido con los plazos que se propusieron tras aprobar el avance antes de las elecciones. «Por los pelos, pero hemos llegado», aseguró Flores.
Detalles del PGOU
El concejal de Urbanismo detalló que el avance cuenta con cinco capítulos. El primero concluye que el PGOU es «insostenible en cuanto a densidad y techo de población», mientras que el segundo hace hincapié en el modelo territorial, del cual se destaca la relación «ciudad-puerto-mar», así como la falta de insfraestructuras de movilidad, de aparcamientos o espacios verdes, y se remarca la «necesidad de ordenación de Puig des Molins y es Soto». En el tercero, se recogen las «líneas maestras» de la revisión del avance, donde se insiste en la mejora del espacio urbano, la rehabilitación de los recursos naturales o la modificación puntual del límite de suelo urbano en zonas como Cas Mut o Puig des Molins. El plan también detalla la apuesta por un techo poblacional de unos 80.000 habitantes.
En el cuarto capítulo se concretan un conjunto de actuaciones, como la realización de grandes parques, la recuperación de ses Feixes, la peatonalización de algunas calles o la mejora de la zona portuaria vinculada con la ciudad; mientras que en el quinto, se hace una propuesta de integración urbanística entre la ciudad y el puerto. En este apartado, Flores, aclaró que se ha retirado la posibilidad de trasladar el Club Náutico al muelle viejo, que ya venía publicado desde 2003 y en el plan de 2009. Una propuesta que realizó el PSOE en la comisión de urbanismo tras recordar que el Club Náutico ya está trabajando con un proyecto de reforma.
Consenso
Juan Flores explicó que este avance del PGOU es «una declaración de intenciones» que da «una idea general» de hacia donde va encaminado el nuevo plan urbanístico de la ciudad. Por su parte, el concejal y candidato del PSOE, Rafel Ruiz, reconoció que se ha hecho un trabajo «correcto» y dijo estar «satisfecho» porque han podido colaborar de forma «constructiva» y se han tenido en cuenta las aportaciones de su grupo al documento.
Por último, el concejal del PREF, Ignacio Rodrigo aseguró que hay «temas mejorables», pero que votaban a favor porque no querían poner «ningún impedimento para que se apruebe de la forma más rápida posible». «Ya dejamos constancia de que no estamos a favor de la moratoria ni de suspender nada», matizó.