Atrás quedó la incertidumbre de si las obras de remodelación de la fachada marítima estarían listas para el arranque de la temporada. El viernes Autoritat Portuària abrió el paseo a los ciudadanos y ya por la noche la zona recuperó el ajetreo propio del arranque de temporada, aunque comerciantes de la zona precisaron que había algunas farolas sin luz, detalle que se subsanó sin problemas.
Durante la mañana de ayer, los empresarios hosteleros se afanaban en limpiar macetas, sillas y mesas para montar las terrazas y tener todo listo para turistas y residentes. «Se acaba de abrir la primera línea de la fachada marítima y aún es pronto para saber cómo irá, pero la verdad es que se ve movimiento de gente», explicó Ramón Cabello, presidente de la Federación de Comerciantes La Marina-Puerto de Ibiza, quien confió en la afluencia de cruceristas en la zona. Desde la marina deportiva Ibiza Magna explicaron que la zona portuaria ha quedado «mucho mejor que antes» y que la semana que viene empezarán a recibir yates. Sin embargo, destacaron que el contraste entre el edificio de es Martell y el nuevo paseo es ahora mayor que antes. Precisamente, el futuro de este edificio es una de las incógnitas que se deberá abordar en los próximos meses. Los comerciantes siguen defendiendo que es necesario el aparcamiento en la zona y, por ende, el párking subterráneo en es Martell, aunque rechazan los usos comerciales que la APB tenía previstos inicialmente en el edificio. «Me parece increíble que no se haya planificado mejor la necesidad de aparcamiento que tiene la zona», apuntó Cabello.
Ayer y hoy, el acceso de coches no estará permitido, pero a partir de mañana la entrada de vehículos será libre.