Esta madrileña afincada en Eivissa desde hace doce años es una de las caras nuevas de la política insular. Es de Guanyem y formó parte de las negociaciones con el PSOE. Ahora se ha hecho cargo del área de Salut i Benestar Social.
—¿Cuáles van a ser sus prioridades en esta Conselleria?
—Aparte de convocar la Mesa de la Exclusión Social que ya está en marcha, queremos hacer un plan insular de servicios sociales. Es decir, hacer un inventariado de todos los recursos que tenemos y eso lo veo como prioritario para poder organizar bien el servicio porque hay algunas cosas que no quedan claras y me he encontrado con situaciones que no son las deseadas. Lo primero de todo es organización, porque si sigue desorganizado no se va encauzar bien y no van a llegar los recursos.
—¿Cómo ha encontrado la Conselleria?
—Tiene una carga de trabajo muy grande e importante. Toca muchas áreas. Hay diversas áreas que estoy conociendo porque no me ha dado tiempo todavía pero falta dotación de medios.
—¿En qué área?
—En Bienestar Social, hay departamentos en los que hay que trabajar un poco más, como la cobertura de Menores o la dotación de personal. Con la ley Montoro de ajuste presupuestario a las entidades locales nos ha pegado un varapalo importante en la contratación. Esto no es un ayuntamiento y como tienes tanto, al haber cortado las alas para contratar o sustituir bajas, el personal no llega.
—¿Qué se necesita en Menores?
—Se ha de trabajar el tema de personal. Es un servicio que no se le ha dado el valor que requiere el servicio.
—¿Se va a replantear el centro de menores de sa Coma? ¿Cómo lo va a hacer?
—No lo sé, pero hay que replantearlo, eso seguro. Si queremos dar un empuje a servicios sociales y dotarlo de recursos hay que replantearse no sólo Menores sino la estructura en general. Hay que hacer el inventariado y en función del estudio analicemos el departamento.
—¿Ha empezado el inventariado?
—No he empezado, lo primero ha sido la convocatoria de la Mesa y ahora estoy conociendo al personal, el trabajo que se hace, pidiendo las memorias. Es un trabajo de campo y luego realizaremos las propuestas.
—¿Siguen apoyando el centro de baja exigencia?
—Hay que plantearlo. Tengo que conocer el proyecto, si es acorde y cumple con los requisitos y es la medida mejor que tenemos, pues adelante.
—¿Qué va a pasar con la gestión de las residencias?
—La competencia de Cas Serres es nuestra. Nuestra idea es que la gestión de las otras residencias sea del Consell. El handicap que presenta es que no tenemos la competencia y la dotación viene del Govern. Voy a pedir las transferencias de las competencias pero con la dotación económica que corresponde, que no sea una trampa. Si esa dotación se ajusta a las necesidades para dar el servicio, la cogeré. Ha de hablarse en serio. No se trata de decir que llevo una propuesta en el programa y la voy a cumplir sí o sí sin asumir las consecuencias. Hay que hacerlo bien.
—¿Han hecho números del coste de esa financiación?
—No, llevamos cuatro días. Ahora estoy conociendo lo que tenemos. Creo que va a haber buena sinergia con el gobierno autonómico, no creo que vaya a haber inconveniente si los números cuadran y todo está correcto.
—¿Y para Cas Serres han contactado con el Govern?
—No se ha planteado el momento de sentarse a hablar. Ahora viene el periodo de preparar presupuestos. Es la época de pedir.
—¿Qué va a pedir?
—Dotación para todos los servicios. Es una Conselleria con mucho peso.
—¿Pensaba que sería asi?
—Soy voluntaria de Apneef y participo en una asociación de la enfermedad que padezco, Asociación de Pacientes de Quistes de Tarlov, y esperaba algo así. Conozco el sistema, lo enredado que es para que te lleguen las cosas.
—¿Le han facilitado el traspaso?
—Si, Mercedes Prats, la anterior consellera, lo tenía todo preparado. Muy bien.
—¿Cómo va a compatibilizar la enfermedad que padece con la agenda de trabajo que tendrá a partir de ahora?
—Cuentas con las limitaciones de que se trata de una enfernedad crónica que no tiene cura. Cuento con llevar ese peso pero lo puedo llevar bien. Es un trabajo de automarcarte tu ritmo de horario y si no puedo estar sentada toda una jornada, puedo levantarme. No hay problema.
—¿Ha tenido contactos con los ayuntamientos?
—Tengo un problema de agenda, que me lo he puesto yo sin querer. Atiendo a todo el mundo, entiendo que tiene que ser así, que la puerta tiene que estar abierta y tiene el handicap que se retrasan algunas cosas. La semana que viene quiero ponerme en contacto con los ayuntamientos, con los servicios sociales de atención primaria.
—¿Qué le pide la gente que viene a verle?
—Que les escuches y que sean atendidos.
—¿Va a haber cambios en su departamento ?
—Me gusta mucho la gente que trabaja aquí. Hay muy buenos profesionales y sacan muy bien el trabajo. Aquí en el Consell, no voy a hacer cambios.
—¿Y que le parece la gestión de la radioterapia?
—No se ha explicado bien, no acabo de encontrar una lógica al proceso de estas contratación siendo tan necesaria.