La llegada masiva de turistas a Eivissa durante los meses de verano tiene una especial repercusión en las carreteras de la isla, que en algunos puntos se ven saturadas por el gran número de vehículos que transitan cada día. La consecuencia son atascos constantes, sobre todo en las entradas a la ciudad de Vila, como la rotonda de ses Figueretes o la rotonda de los podencos, donde se satura especialmente con la llegada de los barcos al puerto, así como en la carretera de Santa Eulària, especialmente en la zona de Ca na Negreta y el triángulo de Jesús. Los accesos a la rotonda de sa Blanca Dona tanto de la vía de Eivissa, como de Sant Antoni y Santa Eulària también son puntos de aglomeración de coches en horas punta.
La carretera C-733 (Vila-Santa Eulària) que incluye el tramo desde la glorieta de Jesús hasta el cruce de Can Clavos es de las más conflictivas de la isla. En temporada alta soporta un tráfico de más de 35.000 vehículos al día, por lo que los atascos se acentúan aún más a los que se producen ya en época invernal. Además, es una de las vías que tienen un mayor índice de siniestralidad. Otros de los puntos donde hay mayor concentración de coches es en la carretera de ses Salines o la entrada y salida de las carreteras de acceso a Sant Antoni.
Por su parte, la carretera al aeropuerto es la más transitada de la red viaria de Eivissa, especialmente entre Can Sifre y el enlace de Ca na Palleva, superando los 40.000 vehículos diarios, por lo que se producen largas filas de vehículos en los accesos para salir de la vía.
Situación
El Plan Director Sectorial de Carreteras del Consell d'Eivissa reconoce que en los últimos años se ha producido un importante incremento de las tasas de movilidad, derivado del aumento poblacional y de unos mayores índices de motorización que han llevado a la detección de las primeras señales de saturación en la red viaria. En un análisis atribuyen la situación actual al turismo y al modelo territorial de la isla. Según detalla, la fuerte vocación turística de la isla es en gran medida «la responsable de algunos de estos problemas, pero su propia condición insular y el modelo territorial desarrollado en tiempos pasados también ha contribuido a la situación actual». Además, apunta que la red viaria está condicionada por un reparto desigual de la población, que tiende a concentrarse sobre las franjas litorales.
Proyectos pendientes
La mejora de la red viaria es, por tanto, una de las prioridades del Consell d'Eivissa que tiene especial interés en el desdoblamiento de la carretera de Santa Eulària hasta el cruce de Can Clavos. Es una antigua reivindicación del Ayuntamiento de Santa Eulària, por la concentración de accidentes y saturación del tráfico, y está pendiente de la aprobación del Plan Director de Carreteras. En estos momentos, está en la fase de consulta de la Comisión de Medi Ambient, que se está estructurando tras el cambio de gobierno. En cuanto tengan el dictamen medioambiental empezará el proceso de adjudicación, aunque la consellera de Mobilitat, Pepa Marí, prefiere no dar fechas «porque pueden haber muchas eventualidades».
Al finalizar el verano está previsto que empiecen los trabajos de las obras de la travesía de Jesús, que cuenta con un presupuesto de 1,4 millones de euros y que se retrasó de forma voluntaria para que no coincidieran con la temporada turística, a petición de los vecinos y del Ayuntamiento de Santa Eulària.
Por otra parte, también se están ejecutando las obras de la carretera de Sant Joan (10,9 millones) y está pendiente la reforma de la primera ronda de Vila (E-10) para la que cuentan con 7,5 millones de euros de fondos del Ministerio. El crecimiento de Vila ha hecho que la vía, que se comunica con el puerto, esté integrada a la ciudad por lo que el objetivo es convertirla en una avenida urbana. Según detalló la nueva consellera hay un proyecto redactado pero quieren estudiarlo para ver «si es el que desea la población de Eivissa». Además, el Plan Director de Carreteras, recoge que las próximas obras previstas serán el acondicionamiento de la carretera de Cala Llonga y de la carretera de Sant Josep a Sant Antoni, así como el estudio del acceso del aeropuerto desde la carretera de Sant Josep.
Transporte público
Las actuaciones principales que plantea el Plan Director de Movilidad de Eivissa es, además de la mejora de la capacidad de las carreteras —sobre todo de la de Santa Eulària— es la implantación de medidas que permitan aumentar la cuota de transporte público y la creación de nuevas infraestructuras dedicadas a la movilidad en bicicleta y a pie. El objetivo es reducir la dependencia del vehículo privado, planteando alternativas viables de desplazamiento, mejorando la oferta de transporte público así como la creación de carriles bici y vías peatonales interurbanas.
La consellera de Mobilitat ya anunció que se valorará si la segunda fase de la carretera de Santa Eulària es necesaria una vez empiece a funcionar el primer tramo, que es «donde se producen más atascos». En este sentido, apuntó que quieren mejorar el transporte público y que, por tanto, si consiguen bajar la densidad de coches poniendo autobuses «tampoco se necesita tanta carretera».