El Club Náutico Ibiza defendió ayer la gestión del club y la contabilidad de la entidad ante las acusaciones vertidas por el portavoz y cofundador de Club Deportivo 12 Millas que ha presentado un proyecto para obtener la concesión de la gestión del Club Náutico.
«Las cuentas del Club Náutico están muy claras. Cada año presentamos las cuentas en asamblea general donde se muestra y se somete a aprobación en los balances de la entidad y las cuentas de resultados», explicó. La directiva del club hizo un repaso a los méritos conseguidos y a las tareas sociales realizadas para los ciudadanos de Eivissa y aseguraron que el Club tienen una función «estratégica y relevante» para la sociedad ibicenca, tal es así que ha sido condecorado en varias ocasiones por esta razón.
Fraude
Por su parte, el presidente de la entidad, Joan Marí, calificó de «fraude» el hecho de que el Club Deportivo 12 Millas se constituyera tres días antes de que finalizara la exposición pública del proyecto. En cuanto a la tercera entidad que opta a la concesión, Marí aseguró que no tienen ninguna posibilidad porque se trata de una sociedad limitada, cuando los candidatos deben ser club «sin ánimo de lucro» y donde lo que prima es «la función social y deportiva de la entidad y no la oferta económica».
Además, los miembros de la junta presentaron el nuevo proyecto que empezaron a tramitar en 2009 y que hasta cinco años después no ha conseguido el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente. El ingeniero del proyecto, Pere Puigdengoles explicó que la inversión será de siete millones y medio de euros y con él se renovará todo el edificio social, se construirá una nueva escuela de vela y vestuarios y se harán 58 amarres más de los que hay ahora, 311 flotantes y 45 en marina seca. Puigdengoles se mostró sorprendido por la «similitud» del proyecto presentado por el Club Deportivo 12 Millas «la distribución es calcada y sólo hay dos pequeñas diferencias», aseguró. Por otra parte, añadió que el proyecto de esta empresa supondría la necesidad de una nueva declaración positiva del Ministerio de Medio Ambiente, un trámite que ellos han tardado cinco años en conseguir.