La Mesa contra la Exclusión Social acordó ayer estudiar las posibilidades de alojamientos alternativos al albergue municipal de Vila que actualmente está saturado. «Queremos hacer un estudio de las posibilidades para atender a las personas con necesidades urgentes para que no estén en la calle», dijo ayer la consellera insular de Benestar Social, Lydia Jurado, al finalizar la reunión que se prolongó casi dos horas, y que ha sido la primera de esta legislatura.
Jurado explicó que se estudiará la disponibilidad de «los edificios municipales de cada administración para que se le dé una solución a corto plazo» a las personas que viven en la calle. La consellera dijo que el albergue «cuenta con unas 20 plazas y hay unas 25 personas en lista de espera». «Es una medida inmediata para aliviar la situación», dijo el delegado episcopal de Cáritas, Miguel Ángel Sánchez, que calificó esta situación «como preocupante».
Respecto al proyecto del centro de baja exigencia, Jurado aseguró que el proyecto hay que actualizarlo, «se planteó sobre 2010, todo ha cambiado y hay que actualizarlo», dijo. Además, otra cuestión que han de estudiar es la nueva legislación de servicios sociales sobre las competencias de cada administración. «Hay que definir el proyecto Es Gorg teniendo en cuenta las necesidades actuales y hacer las consultas jurídicas», comentó Miguel Angel Sánchez.
El delegado episcopal comentó que otra de las cuestiones tratadas es que se acordó seguir manteniendo las ayudas económicas para el centro de día, comedor, ambos a cargo de Cáritas, y el centro de acogida municipal de Eivissa, tal y como se decidió en el Consell d'Alcaldes de 2009.
La reunión de la Mesa contra la Exclusión Social fue presidida por el obispo de Eivissa y Formentera, Vicente Juan Segura, y contó con la presencia del presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Torres; la consellera de Benestar Social, Lydia Jurado, los representantes de Cáritas, Deixalles, Cruz Roja y los concejales de servicios sociales de los ayuntamientos de la isla. A este encuentro asistieron, además, los jefes de sección de Bienestar Social y de Servicios Sociales del Consell, Lourdes Ferrer y Bartolomé Riera, respectivamente.