Las patronales del sector turístico trabajan ya en la recopilación de datos y estadísticas que arrojen luz sobre la temporada estival 2015 en Eivissa y Formentera. También analizan junto a sus asociados las previsiones de una temporada baja que arranca marcada por el retraso de entre 20 días y un mes en la llegada de los primeros turistas del Imserso tras la nueva adjudicación de los viajes sociales motivada por la impugnación de la empresa Mundiplan.
Desde la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) describen el pasado mes de septiembre y el actual de octubre como «atípicos» y con «muchos altibajos». Para el vicepresidente de la CAEB, Joan Bufí, la ocupación «no ha sido la esperada» y aunque desconoce las causas de un final de verano «tan raro» apunta a «un exceso de la oferta, tanto legal como ilegal» y a que el tiempo tampoco ha acompañado. Bufí cree que esta temporada acabará siendo «más floja» que la de 2014 para el sector hotelero ibicenco. En este sentido, denuncia «el enorme desfase» entre el aluvión de turistas registrado tanto en julio como en agosto y la estancación en términos de ocupación. «La temporada no ha sido rentable como se esperaba por la competencia desleal que hay», subraya, mientras sostiene que el número de visitantes alojados fuera de los establecimientos regulados «llega casi al 40%».
En este sentido, el presidente de la Federación de Empresarios Hoteleros de Eivissa y Formentera, Juanjo Riera, recuerda que el día de mayor densidad demográfica del pasado año en Eivissa, el 10 de agosto, casi un tercio de la población acudió a la oferta ilegal para pernoctar. «Ese día hubo 375.000 personas en la isla. Si a ellos les restamos los 140.000 residentes y las 91.500 plazas turísticas (de la suma de 79.500 camas en establecimientos turísticos y las 12.000 de viviendas turísticas vacacionales) quedan 143.500. Es cierto que muchos de ellos son turistas que tienen una segunda residencia, pero dentro de esta cantidad muchas personas van a la oferta ilegal», lamenta Riera.
Para el portavoz de los hoteleros, la ocupación durante el mes de octubre será similar a la del pasado año, cuando se alcanzó el 54,62% en la isla de Eivissa y el 35,04% en la de Formentera. Riera, que espera un repunte de turistas alemanes en la pitiusa menor, matiza que estos porcentajes se calculan sobre la planta hotelera que permanece abierta este mes, que desde mediados de octubre quedará reducida a la mitad. De esta forma, de los 545 establecimientos turísticos que hay en Eivissa, en torno a 270 echarán el cierre durante las próximas semanas.
En cuanto a la temporada baja, Riera advirtió ayer de un retroceso en la inversión para reformas en la planta hotelera pitiusa motivada, según relató, por la incertidumbre que generan las elecciones generales y anuncios por parte del Ejecutivo balear como la implantación de una ecotasa, cambios en la Ley general Turística o la regularización de la oferta extrahotelera de pisos y apartamentos no turísticos en sitios residenciales.
Consumo
En cuanto a la actividad comercial de la pequeña y mediana empresa, desde la patronal esperan que se «reactive» la actividad del Imserso y prevén una temporada baja «tranquila, como cada año». El presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, confirmó ayer un repunte en el consumo durante los meses fuertes del verano, motivado por la recuperación de la economía y el nuevo récord de turistas llegados a las Pitiüses. No obstante, destaca que las lluvias de las últimas semanas «han restado atractivo a las islas» y han obligado a cerrar establecimientos de playa. «Justo el final de campaña no ha sido quizás el esperado, pero la temporada turística ha sido buena; hay dinero en la calle y se ha notado», subraya. Alfonso Rojo considera que si esta temporada se han hecho contratos de seis meses, «los trabajadores pasarán un mejor invierno y ésa es nuestra ilusión, que el consumo no caiga en invierno como ha pasado en años de crisis».