La naviera Baleària estudia invertir cerca de 35 millones de euros en la construcción de una terminal en la Habana (Cuba) para operar ferries que realicen turtas con otros países de la zona, según informó ayer la naviera en un comunicado.
El proyecto incluye también la puesta en marcha de cuatro barcos solares que comuniquen distintos puntos de la bahía.
Baleària pretende de esta manera exportar a Cuba «su modelo de negocio consolidado ya en España», basado en «el tráfico combinado de pasaje, vehículos y carga rodada», explicaron ayer desde la naviera. «Este proyecto, que se ha presentado a las autoridades cubanas, tiene como objetivo contribuir al desarrollo económico y social de La Habana y de Cuba, atendiendo a criterios de sostenibilidad e innovación», aseguraron en el comunicado. Además, la propuesta pretende integrar el puerto en la ciudad y facilitar las conexiones marítimas regulares de Cuba con el resto del Caribe.
«La estación marítima multifuncional de ferries se construirá bajo el concepto de Living Lab, con una oferta de servicios comerciales, culturales y de ocio que acompañan a los propios de los ferries», según la nota de prensa de Baleària.
Así, la estación marítima se convertiría en «un polo de innovación social y la bahía de La Habana, en un nuevo centro de referencia para la ciudad», añadieron.
Uno de los principales retos para 2016 de la naviera Baleària es operar las conexiones marítimas entre los EEUU y Cuba.
La empresa recordó que ya disponen «de los dos permisos necesarios por parte del gobierno americano desde el pasado mes de julio, aunque está pendiente de la autorización por parte de las autoridades de Cuba». Por otro lado, el sistema de intercomunicación marítima de la bahía prevé la construcción de cuatro barcos propulsados por energía solar, que toman como modelo el que Baleària lleva operando desde hace dos años en el puerto alicantino de Dénia.
Según la compañía, «estos barcos solares, de 18 metros de eslora y capacidad para 100 pasajeros, son sostenibles y ecoeficientes, y ofrecen un acceso a la bahía cómodo, rápido y de gran atractivo».
Se estima que «aproximadamente 2.200.000 pasajeros podrían usar el sistema cada año» y «también se prevé la adecuación de estaciones marítimas como nudos de conexión intermodal metropolitana (autobuses, tren, bicicletas, taxis)», explicaron ayer en el comunicado.