El alcalde de Sant Antoni, José Tur Cires, tiene claro que el puerto de Sant Antoni debe encaminarse a actividades turísticas y alejarse del tráfico regular de mercancías y buques. Así se lo manifestó ayer al conseller de Mobilitat, Territori i Energia del Govern, Joan Boned, y al gerente de Ports de Balears, Pedro Puigdengoles, quienes hicieron su primera visita a la localidad portmanyí.
El mismo conseller aseguró que debido a que el puerto de Sant Antoni está integrado completamente en el casco urbano todas las propuestas y sugerencia que desde puertos se puedan hacer deben ser negociadas con el ayuntamiento.
Así, el propio alcalde explicó que el puerto de Sant Antoni es el «pulmón turístico» del municipio, y fachada estética principal de éste, por lo que además de mejorar las instalaciones, se opone directamente al tráfico de mercancías. «Desde el equipo de gobierno queremos que sea un puerto turístico; no queremos que haya tráfico comercial. De hecho, los últimos años el tráfico de mercancías no ha funcionado y ha ido a la baja», destacó el alcalde de Sant Antoni. Entre las causas de esta caída, según precisó, se encuentra la reforma y ampliación del puerto de Eivissa.
Sin puerto Schengen
En referencia a esto, Joan Boned aseguró que en efecto éste es un «problema conocido» (causa molestias entre los vecinos) y, aunque no quiso desdeñar todavía dicha opción, sí explicó que se están estudiando posibles salidas para la estación marítima, como por ejemplo la alternativa naútico-deportiva, y que la idea es que en las próximas reuniones que se llevarán a cabo en el próximo año se tome alguna decisión.
En cuanto al estado en que están los trámites para convertir el puerto de Sant Antoni en Puerto Schengen (requisito necesario para que puedan atracar barcos con bandera extranjera) el conseller explicó que en estos momentos dicho trámite no es prioritario ya que la experiencia que tiene el puerto con los cruceros es casi nula, habiendo recibido tan solo dos de ellos en los últimos años. De todos modos, también aseguró que si en algún momento este requisito pareciera interesante los trámites podrían realizarse con rapidez. Por su parte, el alcalde de Sant Antoni, quiso matizar en referencia a los cruceros que «si viene alguno, bienvenido sea».
A la petición de eliminar el tráfico regular se sumó, entre otras, el saneamiento del acantilado de ses Coves Blanques para que la playa se pueda volver a abrir al público, así como la posibilidad de apertura al principio del espigón de un canal para que las corrientes marinas que entran por la bocana del puerto y hacen un recorrido circular por dentro de la bahía puedan tener salida por el lado contrario con el fin de mejorar la calidad del agua, que hasta ahora está prácticamente estancada.