El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Eivissa, Pep Tur, en relación a las pintadas que en las últimas semanas han aparecido en el recinto amurallada de Dalt Vila, admitió que últimamente hay «más grafittis de lo habitual».
Tur confirmó que el Consistorio ha puesto en marcha su limpieza y que están trabajando «en el plan de mantenimiento de las murallas que incluye también la limpieza de las pintadas», un trabajo que se realiza con pistolas de arena y que no evita «la erosión de las murallas al limpiarlas, es por ello que debemos conseguir un poco más de civismo y cuidar entre todos este patrimonio que tenemos, y mantenerlo en buen estado», concluyó el concejal.
La última víctima de los grafiteros ha sido el torreón de vigilancia situado en el baluarte de Sant Joan, cuyos dibujos son bien visibles desde un punto emblemático de la ciudad, el Portal de ses Taules. Un lugar, junto al Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) al que no está permitido acceder pero al que se puede entrar saltando una pequeña verja, por lo que es habitual ver a grupos de jóvenes en este torreón. Una actitud que ha sido censurada por el conocido relaciones públicas Carlos Martorell: «Hoy [por ayer] he fotografiado e increpado a turistas que acceden y grafitean zonas de patrimonio que no deberían ser accesibles al público. Es una vergüenza y deberían tomarse medidas».