El alcalde, Josep Marí Ribas; acompañado de la segunda teniente de alcalde, Paquita Ribas y el regidor de Hacienda y Playas, Josep Cardona, han presentado hoy las nueva medidas de control sobre las concesiones en las playas.
Se plantea una reducción del número de hamacas y parasoles, que será aproximadamente de un 10%. En este sentido, se incorporan parcialmente las alegaciones presentadas por el grupo político Guanyem, aunque según ha explicado el primer edil, se aplicarán siguiendo criterios técnicos y medio ambientales y afectarán a un 75% de las playas del municipio (la propuesta de Guanyem sólo proponía actuar sobre 9 de las 23 playas).
Se priorizarán las actuaciones sobre las zonas declaradas Parc Natural, Anei o espacios de la Xarxa Natura 2000.
Sobre este punto, el alcalde ha explicado que en Sant Josep hay autorizadas unas 6.000 hamacas, 3.000 parasoles y un centenar de otros elementos (velomares, barquitas, etc).
Por otra parte, en el pliego de condiciones también se han incluido criterios sociales, ya que uno de los condicionantes para los concesionarios será que las nuevas contrataciones tendrán que ser para parados de larga duración y mayores de 45 años. Unas contrataciones que se harán a través del SOIB.
El alcalde ha explicado que la intención del equipo de gobierno del Ayuntamiento es “reordenar las playas del municipio para garantizar el libre acceso a toda la ciudadanía ya que en veranos anteriores se cometieron muchos abusos”.
En los próximos días, se aprobará en junta de gobierno el nuevo pliego para la adjudicación de los elementos temporales en las playas, que tendrá una vigencia de dos años.
En estos momentos se está trabajando en un nuevo sistema de señalización de las áreas de las playas que pueden ocupar las hamacas y parasoles. Y es que, parte de los totems que señalizan las zonas donde se pueden instalar estos elementos estaban en muy mal estado, en algunos casos con la información borrada o estaban inutilizados, lo que hacía más difícil comprobar si las concesiones cumplían o no con el espacio autorizado.
Este año se restaurarán todos los totems y también se marcará el área de ocupación permitida con unas cintas que van ancladas en la arena con estacas, para que quede más claro. Unos trabajos que rondarán los 226.200 euros.
El nuevo pliego de condiciones también contempla que no cumplir el área de ocupación marcada por el ayuntamiento o introducir más elementos de los autorizados será una falta muy grave, penalizada con una sanción de entre 1.500 y 3.000 euros (el máximo que permite la ley) y que puede ser motivo también de la resolución del contracto (es decir, retirada de la concesión).
Con el objetivo de que todas estas premisas se cumplan, desde el consistorio han señalado que el trabajo de un celador se verá reforzado con la «vigilancia policial», además de una reorganización del personal, con el fin de poder controlar todas estas concesiones a lo largo de la mañana y la tarde.
El equipo de gobierno también ha previsto que este año la adjudicación se haga en una subasta a mano alzada con una limitación de lotes por concesionario, ya que entienden que es una forma más transparente de hacerlo.