Los grafitis que ‘luce' la muralla renacentista de la ciudad de Eivissa serán eliminados mediante una mezcla de vapor y polvo de sílice para no dañar las piedras que conforman el bien más significativo de la zona Patrimonio de la Humanidad. Desde el Ayuntamiento de Vila explicaron que ya se han llevado a cabo las pruebas preliminares para determinar qué método era el más adecuado, y en las que estuvieron presentes los técnicos de patrimonio del consistorio.
Los trabajos para eliminar las pintadas de la casamata del baluarte de Sant Joan y las situadas en la base del baluarte de Santa Llúcia se iniciarán cuando se modifique el presupuesto presentado por la empresa que va a ejecutar la limpieza, apuntaron desde Can Botino.
Por otro lado, Vila destacó que el proyecto definitivo del Plan Integral de Murades está en fase de redacción. En este plan se incluirá la limpieza de más grafitis y de restos de vegetación.
A las pintadas sobre las murallas también hay que incluir el acto vandálico que ha sufrido la estatua de Guillem de Montgrí, que ha sido pintarrajeada con lápices de color rojo y amarillo. Una nueva gamberrada que se suma a la que le partió la nariz hace poco más de un año.
A finales de 2015, el relaciones públicas Carlos Martorell denunció en los medios de comunicación la existencia de grafitis en el torreón del baluarte de Sant Joan, junto al MACE. Entonces, el Ayuntamiento de Vila anunció que limpiaría las pintadas a principios de este año y, a su vez, hizo un llamamiento a la ciudadanía para que avisaran a la Policía Local en caso de ser testigos de este tipo de gamberradas para poder denunciar a las personas que atentaran contra el patrimonio. Una falta que está tipificada como muy grave en las ordenanzas municipales, concretamente en la ordenanza cívica del Ayuntamiento de Eivissa, que contempla multas que van desde los 1.500 euros hasta los 3.000 euros.