El presidente de la Asociación de Ecuatorianos de Eivissa y Formentera, Horacio Balda, lamentó ayer la magnitud del terremoto que ha asolado el país y ha dicho que «es algo catastrófico» y, por ello, solicita a todos los residentes en Eivissa y Formentera «que nos tiendan una mano». Según relató Eugenio Llerena, también integrante de esta asociación y ex presidente de la misma, la falta de información desespera en muchos casos a los ecuatorianos residentes en las Pitiüses. «El domingo todos los locutorios de la ciudad estaban con gente intentando llamar sin éxito a sus familiares y amigos ya que las líneas de teléfono estaban colapsadas», apuntó Llerena.
Según informaron desde el colectivo, la mayoría de personas ecuatorianas que viven en Eivissa provienen de la zona donde se ha registrado el seísmo. Durante la tarde de ayer, la junta directiva se reunió para abordar cómo ayudar a sus compatriotas desde Eivissa. «La unión hace la fuerza y creo que ahora es la oportunidad de hermanarnos. Necesitamos ahora que nos levanten la moral porque es un momento de dolor, aunque la vida sigue», explicó el presidente del colectivo ecuatoriano en las Pitiüses. Balda recordó cómo a finales de los años 70 también un fuerte seísmo asoló el país.
La comunidad ecuatoriana es una de las más numerosas en las Pitiüses ya que cuenta con alrededor de 5.000 ciudadanos de esta nacionalidad.