Alberto Taranco Iriondo (1962, Bilbao), diplomado en Magisterio, acaba de ser nombrado presidente del Consell Escolar de Eivissa. Su primer destino laboral en Balears fue el colegio de La Mola de Formentera, «en el que mi vida laboral pegó un vuelco», confiesa. Este profesor de secundaria del IES Balàfia, que procede de la Assemblea de Docents, hace un repaso a la situación de la educación de Eivissa.
—¿Cuál es su experiencia como docente en Eivissa?
—He estado en muchos sitios y lo considero como un enriquecimiento. He pasado por La Mola, después Sant Jordi, Can Guerxo, Santa Eulària, Sant Ciriac, Sant Carles y ahora en Balàfia. He tocado muchos sitios, sectores y ámbitos. He estado en primaria, secundaria y educación especial. Es un punto bueno tener un bagaje tan variado porque tienes una realidad de la educación de primera mano como espectador desde muchos ángulos.
—¿Le propuso la comunidad educativa?
—Al presidente y al vicepresidente le nombra el Consell Insular y suele ser gente con una vinculación política. Yo no tengo ninguna vinculación política, nadie me ha preguntado qué he votado. Ha sido el primer año que el Consell ha tenido la generosidad y el detalle de ceder los nombramientos a una base social como es la Assemblea de Docents en reconocimiento a su labor en épocas pasadas de movilización en beneficio de la educación. De la Assemblea ha salido el presidente y la vicepresidenta, Maria Planells.
—¿Pero nunca le han dicho que al proceder de la Assemblea de Docents puede haber una vinculación política?
—Veo la Assemblea como una reivindicación social y educativa. La gente nos relaciona con un determinado partido político, como Podemos, pero hay gente del PSOE, Izquierda Unida o Ciudadanos. No se creó para organizar una ideología política sino fue un órgano de protesta que surgió ante una situación desbordante. Ha sido un origen social y el Consell ha tenido la deferencia de hacer ese gesto a la Assemblea.
—¿Cuál va a ser su primer objetivo?
—Queremos tener mucha comunicación y entrevistas con diferentes sectores. Me gustaría que el sistema de funcionamiento del Consell Escolar no fuera de una jerarquía vertical. Prefiero más la figura de coordinador o responsable, más una organización radial en la que el resto de miembros y los sectores representados presenten sus propuestas. Ver qué problemas ven otros que igual yo no veo o cómo afrontarlos.
—¿Qué problemas ve?
—Hay muchos. Están las ratios, problemas de presupuesto, el transporte escolar o los colegios nuevos que hay que hacer. La gente piensa que el Consell Escolar Insular es donde se propone lo que hay que hacer, pero es un órgano consultivo donde se hacen estudios y no es decisorio. Es un órgano técnico y su cometido no está supeditado a decisiones políticas.
—¿Es efectivo el papel del Consell Escolar Insular?
—Esperemos que sí, lo que sí puedes hacer es dar una idea exacta o aproximada de cómo está la situación para que se tome una decisión adecuada.
—Respecto a la LOMCE, ¿cree qué las pruebas de sexto de primaria tienen que hacerse?
—Teóricamente suena como algo bueno que haya un control pero normalmente acaba siendo esclavo de los resultados. Este tipo de cosas hay que cogerlas con mucho tiento porque se suelen maquillar mucho. No sé hasta qué punto puede ser válido por cómo traduces el resultado: cómo lo puedes llevar a un nivel de calidad y aprendizaje por parte de los alumnos. Personalmente no me gusta mucho, porque se suelen mezclar situaciones de estrés del alumnado, que no se tienen en cuenta, y que dan unos resultados que pueden variar.
—Si estuviera en un colegio de primaria y le dijeran que hay que hacer las pruebas, ¿las haría o se negaría?
—Si es por imperativo legal tendría que hacerlas. Si dan para elegir, personalmente no las haría. No creo que ofrezcan unas garantías de fiabilidad.
—¿Cómo está la situación educativa de Eivissa?
—La situación educativa de Eivissa está resacosa de tiempos pasados. Aquí hay unos aumentos de ratios muy importantes, sobre todo en las zonas de Sant Antoni y Sant Josep, las más afectadas. Hay una falta de infraestructuras que quizás deberían de mejorarse, que ya están reflejadas en tiempos anteriores por otros consells escolares, pero este tipo de estudios se desfasan muy rápidamente y cada dos o tres años hay que actualizarlos.
—¿Dónde se debería actuar cuanto antes?
—Llegamos un poco tarde porque el curso está a punto de acabar y hemos sido nombrados hace quince días. Creo que uno de los problemas importantes es el transporte escolar y hay que hacer un buen estudio de cómo funciona, también la creación de colegios nuevos y los previstos. Otro asunto que me interesa es la creación de nuevas representaciones del Consell Escolar Insular. He podido ver cómo ciertos sectores, como los servicios sociales, están fuera de los centros pero tienen mucha relación con los colegios y pertenecen a la comunidad educativa. Me gustaría que tuvieran representatividad. Tenemos que ver cómo se puede hacer porque estamos acogidos a una normativa, a una ley marco, que no se puede modifificar como uno quiere.
—¿Qué le preocupa del transporte escolar?
—El transporte escolar está pensado para la escolarización obligatoria, pero infantil y bachillerato se quedan sin cobertura. Entra mucho en juego la interpretación, si se puede o no, quién y cómo se hace responsable. Es una cosa que creo que se debería normalizar un poco. Es una idea personal mía, como presidente no puedo hacer más que extraer datos y con la ayuda del equipo ofrecer unas conclusiones para que las personas correspondientes actuen en consecuencia.
—¿Dónde se tendría que actuar en los centros educativos?
—En Cala de Bou está bastante adelantado. En Santa Eulària parece que hay un problema importante desde hace tiempo. También hay colegios que necesitan mejoras, que tienen unas reivindicaciones históricas. En Sant Ciriac y Can Misses llevan tiempo reclamando reformas o algún tipo de modernización.
—¿Y cómo ve la situación de los niños con necesidades educativas especiales?
— En el IES Baláfia tenemos un aula específica para ellos, denominada UECCO, dentro de la política de normalización máxima. Podría ser mejorable. Volvemos al tema del presupuesto. En el instituto no estamos mal de espacio, pero las cosas podían ser mejor.
—¿Y en qué ciclos se tendrían que reducir las ratios?
—En todos es bueno. La reducción de ratios tiene su doble interpretación. A veces se interpreta separando aulas en el mismo centro, desdoblando, pero el problema no se resuelve. La reducción de ratios está muy relacionada con el mapa escolar y los centros nuevos. Sant Josep y Sant Antoni tienen un problema importante y con un centro nuevo se reducirá el problema de una manera adecuada. Esta separación de alumos en dos aulas y poner un profesor más es un parche que lo que hace es que el colegio se vaya convirtiendo en una doble línea, dos aulas por curso, cuando sus infraestructuras básicas son de dos líneas.
—¿Ha mantenido contacto con el anterior presidente del Consell Escolar Insular, Santiago Mari?
—Sí, sí. Tenemos una relación fluida buena. Ha sido compañero de trabajo y vivimos en el mismo municipio. Me ha dado una serie de consejos prácticos e interesantes. En todo momento he tenido facilidades para poder empezar.
—¿Cree que la delegación de Educación debería de tener más autonomía?
—Presupuestariamente sería bueno tener más autonomía. Por las condiciones de cada isla, aunque están en la misma provincia y tengan una problemática similar, tienen unas soluciones muy diferentes. Sería mucho más fluido y práctico tener más autonomía de decisión y presupuestaria.
—Comentaba que ahora se vive una situación de resaca por la anterior etapa que gobernaba el PP pero ya hace un año del cambio. ¿Tanto les marcó la época anterior?
—Creo que fue bastante mala. Es sintomático que se tenga que crear una asamblea. Las vivencias y la experiencia que se han tenido en la Assemblea a la hora de conocer gente y movilizarnos han sido sorprendentes y positivas, pero no hay que olvidar que nadie debería haber estado nunca en la Assemblea.