El gabinete de orientación laboral de la Fundació Deixalles en Eivissa atendió en 2015 a 255 personas, de las cuales 170 se encontraban en disposición de acceder a un empleo y 88 fueron insertadas con contratos de trabajo superiores al mes de duración (15 más que en 2014) a través del proyecto Okupa't (subvencionado por el SOIB). El 52% de las personas que iniciaron el itinerario de inserción laboral encontraron empleo, pero en torno a un 60% del total de usuarios «tenían una vida normalizada» antes de la crisis. Además, por medio del programa de intermediación laboral Incorpora (patrocinado por La Caixa) se visitaron 56 empresas y, de los 55 usuarios que participaron, 37 lograron un contrato laboral.
La entidad sin ánimo de lucro presentó ayer su memoria anual de actividades, que por primera vez presenta un balance económico positivo después de reducir hasta un 19% su dependencia de las administraciones públicas. Tal y como destacó la coordinadora de Deixalles, Flor dell'Agnolo, actualmente la Fundació obtiene el 81% de su presupuesto a través de recursos propios.
Contratos sociales
«Hemos trabajado mucho con administraciones públicas y empresas privadas para ofrecer nuestros servicios profesionales de manera que baje nuestra dependencia de las instituciones. Ese trabajo ha dado sus frutos y en 2016 hemos sido contratados por el Ayuntamiento de Vila y por el de Sant Antoni para realizar diferentes actividades», destacó Dell'Agnolo durante la presentación de los resultados de 2015, celebrada en la nave de la fundación en el polígono Montecristo.
En concreto, el Consistorio portmanyí contrató a través del centro especial de ocupación de la Fundació una brigada de personas con discapacidad para el mantenimiento de mobiliario urbano. «Con Vila también hemos hecho diferentes trabajos y están en marcha un montón de peticiones. Parece ser que algunos ayuntamientos empiezan a ejercer esa compra pública ética y a contratar brigadas para limpieza, jardinería o mantenimiento a través de entidades sociales», subrayó la coordinadora de Deixalles. En esta misma línea, el responsable del área medioambiental, Joan Carles Palerm, cree que con esta respuesta las administraciones «están generando posibilidades de al menos concursar». «Hay que afianzar y hacer crecer las cláusulas sociales en los contratos, que deberían estar interiorizadas entre todas las administraciones», puntualizó.
En cuanto a los talleres de capacitación sociolaboral, durante el pasado año participaron un total de 49 usuarios, tal y como explicó la coordinadora del área social, Sonia Jofré. Los participantes en estos talleres son derivados por los servicios sociales de atención primaria y su proceso tiene una duración media de 3-4 meses. Durante el proceso, Deixalles trata de reactivar social y laboralmente a la persona, que por otra parte recibe una beca por asistencia que permite cubrir necesidades básicas del usuario, unas necesidades que actualmente se centran en la vivienda, según preció Jofré, quien aseguró que en los últimos años y, a consecuencia de la crisis, ha cambiado el perfil del usuario de estos programas. «Se ha vuelto más heterogéneo y ha incrementado hasta cerca del 60% el número de personas que antes de la crisis laboral tenían una vida normalizada y ahora están sufriendo dificultades económicas, familiares, de vivienda o laborales y necesitan también reactivarse a nivel social y laboral, además de obtener una pequeña ayuda económica. Este perfil cada vez va cogiendo más relevancia», subrayó.
Resultados ambientales
La delegación ibicenca obtuvo en 2015 una valorización de los residuos (los que se reciclan o se destina a la venta de segunda mano) del 81,71%, cifra similar a la de 2014. Palerm destacó el importante volumen de ropa recogida en los 22 contenedores que Deixalles tiene distribuidos por la isla y que pretende ampliar este año a 44. En total se obtuvieron y gestionaron 171 toneladas de residuos, de los que 37,1 fueron de ropa, 12 toneladas más que el año anterior.
LA NOTA
«Hay situaciones alarmantes por la vivienda»
Los portavoces de la Fundació Deixalles admitieron que la vivienda «es uno de los principales problemas que sufre la isla». Según la psicóloga Sonia Jofré, «se ha convertido en el eje principal de la mesa de exclusión social» donde participan junto a Deixalles otras entidades sociales como Cáritas o Cruz Roja. «Es un problema emergente y pedimos a las administraciones que tomen medidas. Es un derecho que está en la Constitución, pero es inaccesible para las personas que atendemos día a día. Hay situaciones muy alarmantes», lamentó. También Flor dell'Agnolo instó a las administraciones a que «busquen una solución al problema» por medio de «normativas a nivel insular que controlen el precio de los alquileres».
LAS CIFRAS
37 toneladas de ropa. La entidad recogió en los 22 contenedores que tiene repartidos por la isla 37 toneladas de ropa, 12 más que el año anterior.
81% valorizaciónde los residuos. De las 171 toneladas de residuos que obtuvo reutilizó (venta de segunda mano) y recicló el 81,7%. El resto fue a Ca na Putxa.
255 personas atendidas. El servicio de orientación laboral atendió a 255 personas, de las cuales 170 estaban en condiciones de buscar un trabajo