Ayer se plantaron 120 plantas de posidonia en diferentes emplazamientos de la bahía de Talamanca en un proyecto de I+D+I que desarrolla Red Eléctrica junto al Imedea (Institut Mediterrani d´Estudis Avançats) y «cuyo objetivo es definir un modelo científico para desarrollar una metodología que sirva para su cultivo y la plantación en zonas degradadas». Así lo explicó el delegado de Red Eléctrica en Baleares, Eduardo Maimau, que viajó a Eivissa para comprobar in situ el desarrollo de los trabajos.
«En estos momentos estamos en la fase experimental, analizando cuáles son las variables científicas que posibilitan que se puedan recolonizar artificialmente las praderas degradadas para hacer una replantación en las islas», aseguró Maimau.
Plantación
Los fragmentos de posidonia que fueron extraídos de la costa de Formentera procedían de un vivero de agua marina que se ha creado en el puerto de la Savina, y que gestionan el laboratorio Munuera de Murcia y la escuela de buceo Vellmarí, con sede en la pequeña de las Pitiüses.
Los cultivos fueron plantados en dos puntos diferentes de la bahía, aproximadamente a 200 metros de la costa, por buzos biólogos y por la doctora en biología Inés Castejón, del Imedea, que se sumergió y supervisó los trabajos.
En el estudio que se está llevando a cabo se valoran condiciones de salinidad, temperatura, luminosidad y tipo de sustratos para determinar cuales son los más adecuados para poder efectuar repoblaciones de posidonia en el Mediterráneo, «o en cualquier sitio donde sea necesario, porque el estudio trata de definir una metodología abierta para toda la comunidad científica», comentó el delegado de Red Eléctrica.
La posidonia fue anclada al fondo marino en dos plantaciones de 60 plantas cada una, a 20 y 25 metros de profundidad, con unos estribos a los cuales se ataron, «y con un tratamiento de cera de abeja que evita que el estribo se oxide y perjudique a las raíces», aseguró Castejón. Las zonas elegidas son praderas parcheadas «y plantamos donde están las calvas», aseguró la bióloga.
En cuanto al éxito de las plantaciones realizadas el año pasado los resultados han sido desiguales. Mientras que en Santa Ponça, en Mallorca, se dio un éxito de un 60%, en Eivissa no se ha llegado al 15%, «pero todavía no sabemos por qué», sijo Inés Castejón. «La metodología es la misma, el mismo protocolo, la diferencia está en el modo de cultivo», ya que en Mallorca se hace en laboratorio y en Eivissa son fragmentos procedentes de vivero», señaló la bióloga, quien aseguró que ninguna de ellas ha sido arrancada por el fondeo de barcos, «simplemente se han marchitado y se han muerto».
La parte empresarial logística y financiera corre a cargo de Red Eléctrica y el Imedea aporta el corpus teórico, biólogos y efectúa la plantación. El presupuesto es de 409.000 euros.
CIFRAS
15% Eivissa. Este es el porcentaje de éxito en la plantación que se realizó el año pasado en la bahía de Talamanca.
60% Mallorca. En las plantaciones de Santa Ponça se consiguió en 2015 el 60% de éxito. En Mallorca se cultiva en laboratorio y en Eivissa en vivero.