—Las encuestas no les son nada favorables a los socialistas en Balears.
—Las encuestas siempre son una referencia pero hay otras, como la acogida entre los ciudadanos. Mi olfato me dice que la referencia definitiva la hacen las personas con su voto el domingo. Espero sacar un buen resultado en Eivissa y Formentera, mejor que en diciembre.
—¿Qué ha visto en campaña para ser optimista?
—Primero, la gente que ha acudido a los actos y, segundo, mi percepción personal es que la gente agradece ver candidatos que creen capaces de resolver los problemas, no de contarlos. Y en este caso los candidatos del PSOE podemos aportar mucho en Madrid. Tanto Sofía Hernanz, que está muy conectada con la dirección del partido, como yo, que tengo una amplia experiencia y no tengo que ir a Madrid a aprender. Tanto los dirigentes del PP como los del PSOE cuando oyen Toni Costa me ponen cara y se ponen al teléfono. Conozco los mecanismos para conseguir cosas de Madrid.
—Si el PP lo ha hecho tan mal estos cuatro años, ¿cómo es que en las encuestas están tan abajo?
—El PP pasa de un 44% de voto a menos de un 30%, los electores castigan duramente al PP. No creo que sólo lo haya hecho mal sino que el PP de Eivissa ha estado de vacaciones. Es como si quisieran borrar estos cuatro años del calendario. La desaladora de Santa Eulària estaba acabada hace cuatro años, ¿por qué no se han hecho las interconexiones? El parador estaba en la fase final, se paró y nadie ha protestado. El PP ha primado el interés del partido por el de los ibicencos y formenterenses.
—Si tuviera una varita mágica para arreglar uno de los problemas de estas islas de la noche a la mañana, ¿cuál sería?
—Todo el ciclo del agua. Es inconcebible que cuando uno abre el grifo de casa no tenga agua potable. Los acuíferos se están agotando y hay que darle una solución integral. En los años noventa no llegábamos a las 100.000 personas y ahora somos 160.000 todo el año y en verano llegamos a los 380.000 habitantes cuando los servicios y las infraestructuras siguen siendo prácticamente los mismos, no tiene ni pies ni cabeza.
—¿Quién prefiere que gobierne, Rajoy o Iglesias?
—Ninguno de los dos. Rajoy se ha preocupado de contentar a los poderes económicos sin tener en cuenta a las personas. Y Pablo Iglesias es fruto de la frustración de las personas que han sufrido las medidas adoptadas por Rajoy, le falta madurez para gobernar.
—¿Es normal que 40 años después aún no sepamos para qué sirve el Senado?
—El Senado sirve para muchas cosas pero es una institución a reformar para que sea la verdadera cámara de representación territorial. En este país hay más diversidad que en media Europa junta y en el Senado se tiene que expresar toda esta pluralidad.
—¿Alguna vez ha enviado a su puto país a algún camarero que no le haya servido como toca?
—Personas que estaban en el bar en ese momento me niegan este hecho. Él (Enric Casanova) dice que no lo dijo y me lo tengo que creer. Si en casa entro hablando mi lengua, el respeto principal lo tiene que dar quien está aquí compartiendo nuestro bienestar.