—¿Quién es más responsable de que Unidos Podemos pueda ser la candidatura con más votos en Balears, el PP o el PSOE?
—Ambos tenemos que reflexionar. Podemos tuvo una cosa buena: sacudir el tablero del bipartidismo. Lo que no creo es que Unidos Podemos Más sea la fuerza mayoritaria el 26 de junio, lo será el Partido Popular.
—Las encuestas muestran que el escaño de Sofía Hernanz baila. ¿A usted le alegra o cuantos más ibicencos en el Congreso, mejor?
—Con más ibicencos en el Congreso nos iría mejor. Una de las cosas malas de la nueva política es que se han olvidado de Eivissa. Cuanta más gente tenga la sensibilidad y la realidad de nuestra tierra más se puede influir en Madrid.
—El PP pinta a Pablo Iglesias como si fuera el demonio, ¿no están exagerando?
—No, en el Congreso me di cuenta de que tenían 69 diputados, todos muy jóvenes e ilusionados, pero con un discurso muy antiguo y fracasado. Y esto es lo preocupante. Ahora Pablo Iglesias gira hacia la socialdemocracia y en una semana seguro que lo tendremos en el centro. Al final, lo único que guía a Iglesias es sustitución de poder por poder. Giovanni Sartori decía que la izquierda es genuina en la base pero muy hipócrita en el vértice. Esto es lo que pasa en Podemos.
—Sáenz de Santamaría prometió en Eivissa 20 millones de puestos de trabajo a finales de 2019. ¿No es un brindis al sol?
—Hemos creado medio millón de puestos de trabajo en 2014, otro medio en 2015 y la previsión es que este año también estemos en estas cifras. Estamos en 18 millones de trabajadores y creemos que es un objetivo factible conseguir dos millones más a final de legislatura. Llegar a 20 millones de ocupados es muy importante, porque puedes mantener y mejorar el sistema de pensiones y reducir la desigualdad social.
—Mis abuelos me han pedido que le pregunte si sus pensiones están en riesgo.
—No están en riesgo porque somos un país que cuando nos lo proponemos sabemos salir de situaciones difíciles. Lo hemos hecho a lo largo de nuestra historia pero ahora también, en esta durísima crisis económica, cuando dijimos que no hacía falta que nos rescatara nadie porque ya lo hacíamos nosotros. Es verdad que las pensiones de nuestros mayores dependen de que cada vez haya más activos trabajando, pero creemos que con nuestras políticas serias se puede hacer.
—Dicen ustedes que ha llegado el momento de bajar impuestos, ¿le han pedido permiso a Angela Merkel?
—Yo ya los bajé en 2015, cuando formaba parte del Govern balear, lo que pasa es que la señora Armengol y Podemos los han vuelto a subir y estos días, que estamos haciendo la declaración de la renta, los ciudadanos podrán comprobar los efectos de las políticas de subir impuestos de la izquierda. A Merkel se la ha demonizado mucho y seguramente algunos de los planteamientos de Alemania son demasiado rígidos, pero tienen un punto de razón: necesitamos ser más productivos y competitivos.
—En las Illes nos quejamos de que pagamos muchos impuestos y recibimos muy poco del Estado. ¿Cambiará en la próxima legislatura si gobiernan?
—En la legislatura más complicada de la democracia, en la que los presupuestos han bajado, el esfuerzo inversor del Estado ha sido importante: las depuradoras de Vila y Santa Eulària, la interconexión, los juzgados de Vila, la fachada del puerto, el parador de Dalt Vila, que es el único que se está construyendo en España... Yo quiero más para Eivissa pero no es lo mismo invertir en un momento de crecimiento que en recesión.