Tras la temporada turística el Ayuntamiento de Vila pretende llevar a cabo una reordenación del tráfico de la ciudad que supondrá el cambio de sentido en las principales avenidas e irá paralela a la peatonalización de s'Alamera, la plaza del Parc y la calle Jaume I.
Unos cambios que PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA ya avanzó el pasado mes de octubre y que ayer presentaron el alcalde de la ciudad, Rafel Ruiz, el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Juan José Hinojo, y los representantes de la empresa Cinesi, que se ha encargado de elaborar un estudio de las posibles alternativas para esta reordenación del tráfico prevista en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS).
«Sabemos que es una apuesta valiente pero las ciudades avanzan en esta dirección; será beneficioso para nuestra ciudad», aseguró el alcalde Ruiz, quien añadió que el objetivo es mejorar la seguridad vial, descongestionar las principales vías del municipio y reducir la emisión de gases de efecto contaminante y los ruidos. Además, el alcalde reiteró que «los cambios de dirección de las principales avenidas de la ciudad significan un cambio de modelo en movilidad fundamentado por la alta densidad del tráfico y para hacer una ciudad más humana y saludable en la que el coche pierda protagonismo en favor de las personas».
Las dos fases
Los expertos han recomendado al Ayuntamiento realizar los cambios de dirección en las principales avenidas de la ciudad en dos fases de actuación. La primera se llevará a cabo una vez acabe esta temporada turística en paralelo a la peatonalización de la zona de Vara de Rey y obligará a cerrar el tráfico a partir de octubre. Los vecinos del casco histórico tendrán acceso durante todo el periodo de obras aunque el punto de acceso cambiará en determinados momentos a medida que avancen las obras. Durante este primer invierno tendrá que invertir el sentido de la calle de Bartomeu Vicent Ramon, que volverá a su sentido actual en verano de 2017.
En esta primera fase también se cambiará el sentido de uno de los carriles de la avenida Ignasi Wallis, concretamente el tramo entre la avenida de España e Isidor Macabich, que sólo será de salida. Al finalizar las obras de s'Alamera el acceso a Dalt Vila y la Marina ya no se hará por Jaume I sino que se instalará de manera definitiva en la calle Comte Rosselló, que será de doble sentido para que se pueda salir y entrar en el casco antiguo de la ciudad.
En la segunda fase, que se ejecutará en el invierno de 2017, se prevé ya el cambio definitivo de las avenidas para que tengan un único sentido de la circulación. Un hecho que mejorará la fluidez y la seguridad del tráfico.
Las principales entradas de la ciudad serán la avenida España, que no sufrirá cambios, y la avenida Ignasi Wallis hasta la confluencia con Bartomeu Roselló e Isidor Macabich. Las salidas de la ciudad de Eivissa serán la avenida Santa Eulària, Isidor Macabich y la calle Josep Zornoza Bernabéu.
Más plazas de parquin
El Ayuntamiento de Vila también ha previsto habilitar plazas de aparcamiento en las avenidas con más de dos carriles de circulación para destinar uno de ellos a párquines. Esta actuación permitirá compensar la pérdida de aparcamientos que se producirá con la peatonalización de s'Alamera y se ganarán entre 200 y 300 plazas, según apuntó ayer el concejal Hinojo, quien destacó que estos nuevos párquines serán de pago.
Esta medida, que se está estudiando por parte de los departamentos de Movilidad y Policía, se llevará a cabo en la avenida de España, Isidor Macabich y, en la segunda fase, también se incorporarán las plazas de avenida de Santa Eulària.
El concejal Hinojo destacó que este proyecto está presupuestado en 600.000 euros que provienen del remanente de la institución pero que la licitación de las obras puede hacer variar la cantidad. Además, destacó que se está en conversaciones con los vecinos afectados para mostrarles la intención del Ayuntamiento. De hecho, ayer tarde en Can Ventosa ya se presentó ante la ciudadanía el estudio elaborado por la empresa Cinesi, que ha tenido un coste próximo a los 14.000 euros.
Cinesi ha llevado a cabo en temporada baja un estudio de campo para conocer la densidad del tráfico en las principales calles de la ciudad, un trabajo que se seguirá llevando a cabo en verano. «El problema en verano es que hay más coches pero tienen los mismos hábitos», explicó Hinojo.