«El tiempo es vital, fundamental, porque de una respuesta y actuación rápida puede depender la vida de una o varias personas. En Sa Conillera rescatamos a una familia con tres niños pequeños minutos antes de que el barco se hundiese». Satisfecho y orgulloso, así recuerda Benito Núñez una de las intervenciones realizadas por la guardamar Caliope en las Pitiüses. Núñez es el capitán de la embarcación con la que Salvamento Marítimo refuerza la isla durante la temporada de verano.
La Caliope, con 32 metros de eslora y 5.000 caballos de potencia, es una de las embarcaciones punteras que tiene Salvamento Marítimo para atender esta zona del Mediterráneo.
Junto a Núñez prestan servicio Francisco, Álvaro, Agustín, José Luis y Javier. Todos ellos integran una tripulación que funciona como un reloj y que estarán «a full, las 24 horas del día, durante todo julio». Cada uno tiene una tarea asignada, pero se multiplican cuando se activa una alerta. En cuestión de siete minutos, la embarcación puede estar fuera del puerto de Sant Antoni tras recibir una alerta desde la base de Palma. «En un servicio de emergencia vital esta embarcación puede alcanzar los 30 nudos de velocidad y podría dar unas diez vueltas a la isla», apunta el capitán de la Caliope desde el puente de gobierno y base de operaciones de un barco que ya ha realizado más de una decena de intervenciones en lo que va de mes.
Esta guardamar está provista de una avanzada cámara de visión térmica que facilita la localización de personas o embarcaciones durante la noche. En el cuadro de mandos también encontramos dos radares, de corto y largo alcance; un dispositivo de cartografía electrónica; una cámara para controlar todas las operaciones y maniobras; dispositivo de posicionamiento GPS y un equipo de comunicación por satélite. A toda esta tecnología punta se suma un plus de ayuda imprescindible, una talla de la Virgen del Carmen.
Nuñez recuerda que la cámara de visión térmica fue fundamental para localizar a un joven que se había perdido con una moto acuática en la zona de es Vedrà. «Es tecnología punta. Esta máquina tiene un alto coste, pero si sirve para salvar una vida eso no es dinero», señala mientras recuerda el rescate realizado con éxito.
La guardamar Caliope, con base en Sant Antoni, refuerza durante la temporada de verano el trabajo que despliega desde Eivissa la salvamar Markab. Entre ambas, el año pasado, atendieron un total de 196 incidentes en aguas de las Pitiüses. La Markab realizó 123 intervenciones, mientras que la Caliope intervino en 52 emergencias.
Desde inicios de julio, la Caliope ya ha atendido una quincena de incidencias, tres de ellas en una mismo día. Fueron reclamados para asistir a dos embarcaciones que habían sufrido una vía de agua en es Vedrà y, acto seguido, participar la búsqueda de un bañista en la bahía.
De la temporada pasada recuerdan la cadena de intervenciones que tuvieron que realizar en septiembre por una sucesión de caps de fibló que pusieron en jaque a varias embarcaciones. «Hay días que por las condiciones o fenómenos meteorológicos te ves en la obligación de priorizar. Aquel fue uno de esos días. La prioridad es prestar auxilio a las embarcaciones que llevan personas a bordo. Fue una día duro, pero rescatamos a siete tripulantes de un barco de 14 metros de eslora que estaba a escasos metros de la rompiente». «Esos días acabas reventado pero muy satisfecho porque sabes que tu trabajo ha podido ser vital para salvar vidas», apunta uno de los integrantes de una tripulación en la que encontramos «marineros de Cádiz, Huelva, La Coruña, El Ferrol y Pontevedra, aunque tengo base en Extremadura», apunta el capitán Núñez.
En casos extremos, los rescates en alta mar también pueden resolverse con la evacuación por aire con el apoyo del helicóptero. «Una vez la aeronave se sitúa en la vertical de la Caliope, la persona puede ser evacuada en tres minutos. El tiempo es muy importante, es vital».
La embarcación también está provista de una grúa utilizada para la recogida de materiales que pueden afectar la navegación de otras embarcaciones como maderas o bidones, así como una zodiac para rescates en zonas de difícil acceso.
Los dispositivos de emergencias de Salvamento Marítimo también cuentan con el apoyo de la Cruz Roja y de la Guardia Civil. En agosto, otra tripulación tomará el relevo, pero la Caliope continuará prestando servicio desde el puerto de Sant Antoni.