La sequía que arrastra el campo de Eivissa ha provocado un adelanto de la vendimia de, al menos, una semana, pues el fruto alcanzó su grado de maduración y azúcar antes de lo previsto.
En la finca de Can Rich de Buscastell llevan desde primeros de agosto recogiendo una uva que este año ha padecido varias plagas, una de ellas novedosa en la isla, y que ha vuelto a sufrir un invierno seco y templado en cuanto a temperaturas. El propietario de las bodegas y los viñedos, Joan Riera, explica que este año han introducido el riego para combatir la sequía, problema que han podido solucionar porque, de lo contrario, habría provocado la muerte de parte de sus viñedos.
La producción que esperan cosechar en Can Rich a finales de mes rondará los 80.000 kilos, «una cosa media», pero superior a la del año pasado, que resultó «muy corta». A lo largo de este mes va madurando la uva en los terrenos situados en Buscastell. Las primeras que completan su ciclo de crecimiento son las que producirán vino blanco Chardonnay y Malvasía, a continuación las Tempranillo y, por último, las del tipo Cabernet.
Por primera vez, el cultivo de la vid se ha visto afectado por la plaga del mosquito verde, un insecto que desova en los nervios de las hojas provocando que se sequen y que el fruto no madure de forma correcta. «Hemos sufrido la plaga del hongo oidio, muy propenso en este cultivo, y la del mosquito verde. No lo habíamos visto nunca, es muy pequeño y lo hemos cogido tarde», subraya Joan Riera.
Esta nueva plaga ya apareció hace tres años en Palma y mediante el uso de insecticidas ecológicos han conseguido atajar sus efectos en Can Rich. «Salvando las dificultades y con el ‘tratamiento de la aspirina', como yo le llamo, creo que tendremos una buena cosecha», indica el propietario de las bodegas del Camí de sa Vorera, en Sant Antoni.
De cara al año que viene, Riera cruza los dedos para que el invierno no sea demasiado cálido, lo cual supone un caldo de cultivo para la aparición de hongos e insectos. Para adelantarse a los parásitos que amenazan sus viñedos, en Can Rich emplearán tratamientos preventivos y ecológicos, los mismos que han permitido a esta bodega ibicenca hacerse, desde 2001, con importantes premios a nivel nacional e internacional.
Las bodegas ibicencas conocerán a final de mes su producción total y la calidad de la uva. Aunque las cosechas vienen menguando durante los últimos años por la falta de lluvias, el fruto resultante es más pequeño pero concentra mayores cantidades de azúcar y aumenta su aroma, lo que confiere al caldo ibicenco una gran calidad y un sabor genuino.
LA CIFRA
80 Toneladas. Es la cantidad de uva que espera cosechar la bodega Can Rich, situada en la zona de Buscastell. La producción se ha recuperado este año tras la floja cosecha de 2015. En otros viñedos alcanzan producciones de hasta 120 toneladas, pero la sequía ha menguado el producto.