Las embarcaciones que realizan el trayecto regular entre las Pitiüses atracarán en el actual muelle de pescadores del puerto de Vila después del acuerdo alcanzado entre Autoritat Portuària de Balears (APB), que es quien hizo la propuesta definitiva, y las instituciones pitiusas.
De esta manera se satisfacen las pretensiones del pueblo de Formentera, que no veía con buenos ojos el traslado de la estación marítima hasta el muelle norte, situado 750 metros más lejos del centro de Vila. «Esta nueva ubicación estará a 200 metros de la actual estación y cumple con la reivindicación de Formentera de poder acceder a los servicios de la ciudad de Eivissa y que no nos alejasen demasiado del centro», explicó ayer el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, quien destacó que esta propuesto ya cuenta con el visto bueno de todas las fuerzas políticas de la menor de las Pitiüses y de la plataforma ‘Formentera importa', impulsada a raíz del cambio de ubicación de la estación marítima del puerto de Vila.
El presidente formenterés también quiso alabar el papel que ha tenido la consellera de Presidència, Pilar Costa, durante las negociaciones. «Ha sido el punto y aparte para llegar a este acuerdo que nos satisface a todos, porque los puertos deben servir para unir a los pueblos y no para distanciarlos», destacó Ferrer.
El presidente del Consell de Formentera acudió ayer al Consolar de Mar junto con el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Torres, el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, el presidente de la APB, Joan Gual de Torrella, la consellera de Presidència, Pilar Costa, y la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, que presidió la reunión donde se formalizó este acuerdo institucional.
Por su parte, el presidente de la Autoritat Portuària, Joan Gual de Torrella, destacó que con este acuerdo «todas las partes ganan». «Hoy hemos consolidado un acuerdo que nos ha llevado cinco meses, no es fácil cuando hay que atender las necesidades no solo de Formentera y Vila sino de los operadores del mismo puerto», explicó Gual de Torrella.
El presidente del ente portuario avanzó que la actividad de los pescadores y del varadero que ahora mismo tiene lugar en la zona de la avenida Santa Eulària donde se ubicará la futura estación pasarán al muelle norte, donde se ubicará toda la actividad industrial, así como las embarcaciones de carga mixta (pasaje y vehículos). «A los pescadores se les da una zona más exclusiva para trabajar y el Club Náutico tiene un espacio para tener más oferta», señaló Gual de Torrella, quien añadió que desde Autoritat Portuària «siempre hemos sido sensibles con Formentera para que no vean alterada su comodidad y hemos conseguido que todos estén contentos y que todas las partes hayan ganado».
La licitación continúa
El presidente de la APB señaló que el proceso de licitación del proyecto de la nueva estación marítima «ya está en marcha; se tienen que abrir los sobres y a partir de aquí se hacen el proyecto y las obras. En el año 2017 todo tiene que estar en marcha». En cuanto al proyecto, Gual de Torrella explicó que le gustaría que el proyectado en el muelle norte también sirviera para la nueva zona, mientras que aseguró que «el no tiene por qué cambiar».
Quien también se mostró satisfecho con el acuerdo alcanzado fue el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, quien destacó «el talante y la capacidad de diálogo» de Gual de Torrella a la hora de negociar con las distintas partes. «Él siempre me decía: ‘Rafa, llegaremos a un acuerdo'. Y este momento ha llegado», explicó el alcalde de la ciudad de Eivissa, que también quiso recordar que fue «el primer alcalde» en ir a Formentera y explicar las «demandas legítimas» de su ciudad. «Al final aquí nadie pierde, hemos llegado a un punto medio que será satisfactorio para todos», sentenció Ruiz.
Por último, el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Torres, se unió a las muestras de satisfacción de los demás representantes políticos y apuntó que este acuerdo «nos dejará trabajar con más tranquilidad de cara al futuro para ordenar definitivamente el puerto de Vila que es la joya de los ibicencos, no solo los habitantes de Vila».