Ada Graciela era natural de Ciudad del Este, Paraguay. Tenía 34 años y desde hacía diez residía en Ibiza. Ada era muy conocida entre los más de 500 compatriotas que residen en la isla y también entre los vecinos de Vila, especialmente en es Pratet. Desde hace años, Ada trabajaba en el supermercado s'Hort Nou, establecimiento en cuya puerta colgaba ayer un cartel que decía: Cerrado por motivos personales.
Ada Graciela es desde ayer la primera víctima mortal de la violencia de género en Ibiza en 2016. Pasaban unos minutos de las 4 de la madrugada cuando su cuñada hallaba el cadáver de Ada en el recibidor de su casa, un primer piso del número 4 de la calle Menorca. El cuerpo de Ada Graciela yacía en tierra con un fuerte golpe en el rostro. Minutos después, llegaban al domicilio agentes de la policía científica, de la UDEV y de la Unidad de Violencia de Género del Cuerpo Nacional de Policía. El cuerpo presentaba hasta seis cuchilladas, cuatro en el corazón y dos en el costado, señalaron fuentes de la investigación.
Los agentes encontraron el arma homicida en el interior del domicilio. Inmediatamente, la Policía Nacional activó un dispositivo de búsqueda del principal sospechoso: Julio Ernesto, de 26 años y también paraguayo, quien había mantenido una relación sentimental con Ada Graciela hasta hace unas semanas.
A primera hora de la mañana, decenas de amigos de la víctima se concentran en las puertas del edificio escenario del asesinato. Carmen, la amiga y compañera de trabajo de Ada Graciela, expresaba el dolor que suponía el asesinato de Ada Graciela, «un referente» entra la comunidad paraguaya en Ibiza. Sentimiento de dolor que compartía Antonia Ferrer, dueña de la cafetería donde Ada solía tomar café.
Poco antes de las 8 de la mañana el retén judicial procedía al levantamiento del cadáver de Ada Graciela. A las puertas del edificio, algunos vecinos señalan que a principios de semana, el principal sospechoso ya «arremetió, insultó gravemente y amenazó a Ada cuando ella llegaba de trabajar por la noche». No obstante, no constaba ninguna denuncia por violencia de género contra el asesino.
Según apuntaron al PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA amigos de víctima y asesino, Julio Ernesto estuvo «tomando algunas cervezas con los amigos hasta pasadas las 23 horas. Después ya no tuvimos noticias hasta esta mañana, cuando por el whatsapps nos enterábamos de la muerte de Ada y de que la Policía buscaba a Julio Ernesto como su asesino».
En torno a las 10.30 horas, una persona alerta de la presencia del coche de Ada Graciela en uno de los miradores de es Vedrà, en Sant Josep. El vehículo tiene las puertas abiertas y el motro encendido. Hasta la zona se desplaza urgentemente una patrulla de la Guardia Civil que encuentra el RenaultClio color blanco estacionado junto a escasos dos metros del acantilado. Unos 40 metros abajo, entre la vegetación, hay un cuerpo humano. Hasta la zona se desplazan efectivos del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) y un helicóptero del Grupo de Rescate e Intervención enMontaña (GREIM) de la Guardia Civil. La zona es de muy difícil acceso. Tras más de tres horas de operación, el cadáver es rescatado finalmente por dos efectivos del GREIM.
El juzgado de Instrucción número 1 de Vila, en funciones de guardia, investiga este caso, la primera muerte por violencia de género en Ibiza este año.
LA NOTA
Un despertador a las 4.00 alertó de la muerte
El cuerpo de Ada Graciela fue localizado por su cuñada minutos después de las 4 de la madrugada. Vivían puerta con puerta y acudió a su casa al escuchar insistentemente el despertador. Ada trabajaba en un supermercado del barrio, pero el día arrancaba para ella limpiando en un hotel de Ibiza.
Cuando su cuñada accedió al piso encontró el cuerpo de Ada tendido en el recibidor. La joven de 34 años ya estaba muerta. Las primeras investigaciones apuntan a que Ada fue asesinada pasada la medianoche.