El Ayuntamiento de Santa Eulària exigió ayer al Consell d'Eivissa que la segunda fase de las obras en el acceso a Jesús se lleven a cabo «con garantías de su finalización en tiempo y sin los problemas de acabados de la primera fase».
Los concejales de Obres y de la parroquia de Jesús de Santa Eulària, Mariano Juan y Marilina Bonet, respectivamente, se reunieron ayer con representantes de los vecinos de Jesús y la consellera insular de Territori, Pepa Marí, para que esta última informara sobre los detalles de la segunda fase de unas obras que provocaron numerosas quejas, entre otras cuestiones, porque el principal acceso al pueblo estuvo cerrado durante siete meses cuando inicialmente los trabajos iban a durar solo 45 días.
Pepa Marí se comprometió a participar en la asamblea vecinal que se celebrará la próxima semana para explicar en qué medida les afectará las nuevas obras, cuyo plazo de ejecución es de dos meses. «No podemos dar una garantía de la duración que tendrán sabiendo que pueden salir imprevistos como en la primera fase», señaló la consellera, quien explicó que el plazo para que la empresa encargada de los trabajos inicie las obras comienza el próximo 1 de octubre.
La consellera anunció, además, una reducción importante del área afectada, que empezaría en el punto donde acabaron las obras anteriores y acabarían en la intersección a la avenida de Cap Martinet. En este sentido, la consellera de Territori aseguró que las próximas obras «no tendrán nada que ver con las de la primera fase» dado que las molestias a los vecinos en este caso serán menores.
Para evitar imprevistos como los que surgieron en la primera fase, el Ayuntamiento de Santa Eulària ha propuesto que se realicen catas para sondear el terreno antes del inicio de las obras, a lo que la consellera insular respondió que se utilizará un sistema por georradar que, antes de empezar, proporcionará indicios sobre posibles restos arqueológicos o cualquier tipo de canalización.
El Consell, por otra parte, también ha aceptado la petición del Ayuntamiento de no reducir el ancho de la vía para evitar dificultades en la circulación. Además, la institución insular exigirá a la empresa encargada de las obras que repare los desperfectos ocasionados durante la primera fase de los trabajos.