La semana arrancó en las Pitiusas con una sensible bajada de las temperaturas y una importante dosis de agua, tan necesaria sin embargo para un territorio en alerta por sequía después de muchos meses sin precipitaciones. Tanto es así que solo durante el último mes ha llovido en Ibiza más que en los ocho meses anteriores.
En términos de turismo, el pasado martes conocimos la cifra de turistas que nos han visitado a bordo de cruceros. Aunque algunos ponen en duda que este tipo de turistas aporten riqueza y con- suman sobre todo de la oferta complementaria, los comercios y restaurantes cercanos al puerto celebran que hasta agosto hayan llegado un 24% más de cruceristas que en el mismo periodo de 2015.
Otro tipo de embarcaciones, aunque igualmente lujosas, fueron el objeto de deseo de un grupo organizado de delincuentes que se dedicaba a robar joyas en yates amarrados en Marina Ibiza. Las fuerzas y cuerpos de seguridad, a pesar de la falta de efectivos, sobre todo en verano, ha llevado a cabo esta temporada una labor encomiable para contener la avalancha de jetas que tratan de hacer el agosto en Ibiza a costa de residentes y turistas.
También esta semana hemos conocido los detalles de la operación que pretende llevar a cabo el fondo de capital riesgo Trilantic para adquirir el emporio Pacha. El archiconocido conglomerado empresarial fundado en los 60 por Ricardo Urgell, si no hay contratiempos, pasará a ser gestionado por manos extrañas por la módica cantidad de 350 millones de euros. Según ha trascendido –y han podido leer en exclusiva en este periódico–, sus planes pasan por modernizar los establecimientos del grupo y explotar con mayor ahínco la marca a nivel internacional. Por el momento, Trilantic ha enviado a la isla emisarios para tantear a las autoridades de los municipios donde están puestos sus principales intereses: Santa Eulària y Vila.
También hemos descubierto esta semana (por un descuido, o no, de la popular Virginia Marí) la ubicación del futuro albergue de Vila: el antiguo retén de la Policía Local en la calle Vicent Serra i Orvay. Ahora se abre un periodo para las reacciones y los análisis para saber si el lugar idóneo para este importante servicio social.