El pequeño pueblo de Sant Rafel vivió ayer una mañana de celebraciones. Por un lado, la localidad perteneciente al municipio de Sant Antoni celebró su día grande y por otro, el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura, compartió con todos los feligreses que justo ayer, un 24 de octubre de hace 35 años, fue ordenado sacerdote en Valencia.
Pero vamos por partes. El día del patrón, el arcángel Rafael se celebró como es costumbre en la isla de Ibiza. Por la mañana, en torno a las 12.30 horas, comenzó la misa en la que Vicente Juan Segura, ante un templo repleto de vecinos y autoridades, como el alcalde de Sant Antoni, Pep Tur, Cires, el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Torres, varios consellers y concejales, recordó como suele ser habitual el momento en el que el pueblo se convirtió en parroquia gracias al primer obispo de Ibiza, Manuel Abad y Lasierra. Además, Segura recordó la figura de los distintos párrocos que han pasado por este pueblo desde que él es obispo, «Pep Negre, Joan Riera, Jose y Ricardo y ahora Fran», y puso en valor la figura del arcángel Rafel «que preside la iglesia del templo al igual que la Catedral de Ibiza».
Este en este sentido, el obispo valenciano recordó la historia de este arcángel, «cuyo nombre, Rafa-El, significa Dios sana, Dios Él ha sanado o ¡sana, Él!» y que aparece por primera vez en El libro de Tobias o Tobit. De acuerdo con este libro y según Segura, Rafael fue enviado por Dios para acompañar a Tobías, hijo de Tobit, en un largo y peligroso viaje para conseguirle una esposa piadosa al joven, de nombre Sara y quien había visto morir a siete prometidos debido a que estaba enamorada de ella el demonio Asmodeo. Durante su trayecto el arcángel da instrucciones a Tobías para pescar un pez, del que extraería las vísceras para alejar al demonio y curar la ceguera de su padre. Por ello, el obispo destacó su «vocación de servicio y de ayuda a los demás» y lo puso como ejemplo a seguir, no sólo entre los feligreses sino también entre los políticos y autoridades que poblaban las primeras filas de bancos.
Además, Segura destacó su ejemplo para no caer en las tentaciones y superar las malas influencias. Momento en el cual el obispo de Ibiza aprovechó para recordar también a todos los presentes «que hay que ayudar al prójimo, tanto si es o no cristiano» como ha resaltado el Papa Francisco durante el Año de la Misericordia que está a punto de terminar.
Tras todo ello, el actual párroco de Sant Rafel, el colombiano Fran Gómez, recordó que para el 1 de noviembre, día de Todos los Santos habrá una misa a las 12.00 horas , y que al día siguiente, el miércoles 2 de noviembre, también habrá misa, en este caso a las 17.00 horas en el cementerio en sufragio de todos los fieles difuntos. Además, la recaudación que se consiga en las dos celebraciones irá destinada a la inversión que se llevará a cabo para pintar el interior del templo, trabajos que comenzarán el próximo 7 de noviembre.
Procesión, ‘ball pagès' y ‘bunyols'
Una vez acabada la misa se dió paso a la procesión por los alrededores de la iglesia, compuesta por ocho imágenes, la última la del patrón y portada por cuatro miembros de la colla local de Sant Rafel. Tras terminar la marcha sin sobresaltos, comenzó el espectáculo de ball pagés en el lateral izquierdo del templo. Como suele ser habitual, la decena de miembros del grupo, de distintas edades, hizo las delicias de todos los presentes, que no pararon de aplaudir e inmortalizar el momento con sus cámaras y teléfonos móviles.
Y finalmente, la jornada matutina del día grande de Sant Rafel terminó con uno de los momentos más esperados, sobre todo porque eran ya cerca de las dos de la tarde, el reparto de bunyols y de vi de la terra por parte de los obreros de la parroquia.