El Govern balear quiere que es Vedrà sea un territorio libre de cabras de una vez por todas. Y para ello estaría dispuesto a que los vedraners, los vecinos de Sant Josep propietarios del islote, capturen a los cuatro ejemplares que sobrevivieron a la matanza del mes de febrero y se los lleven vivos. «Firmaría ahora mismo para que las cabras salieran de allí de una manera más suave», aseguró ayer el flamante director general de Espais Naturals i Biodiversitat, Miquel Mir, ante los micrófonos de Al dia, en IB3 Ràdio.
El motivo de este cambio de criterio por parte del Ejecutivo balear es que desde Medi Ambient temen que la reducida manada de cabras, entre los que al parecer se encuentra un macho, empiece a reproducirse. «Si incrementan su población daríamos pasos atrás y la situación sería más complicada de arreglar», apuntó Mir, quien añadió que los técnicos del Parque Natural de ses Salines han constatado la «fructífera repoblación de la flora» en es Vedrà después de la eliminación de la mayoría del rebaño.
El director general de Biodiversitat confirmó que por el momento no pueden llevar a cabo ninguna intervención en es Vedrà mientras continúa la instrucción de la denuncia presentada por los animalistas por la matanza de las cabras. En este sentido, Miquel Mir aseguró que si tienen que volver a intervenir en el islote «estudiaremos mucho mejor la situación y miraremos cuál es la mejor solución de una manera técnica. Posiblemente se tendría que rehacer un poco el protocolo». En todo caso, Mir destacó que «intentar sacarlas con vida de allí podría haber tenido consecuencias en la salud de los técnicos».
Miquel Mir justificó la eliminación de las cabras de es Vedrà al señalar que la actuación del pasado mes de febrero «se hizo pensando única y exclusivamente en la conservación de los hábitats y especies protegidas por Europa, era nuestra obligación».
LA NOTA
Medi Ambient revisará la gestión de las boyas ecológicas
El director general de Espais Naturals, Miquel Mir, también destacó ayer que la Conselleria de Medi Ambient está revisando el nuevo contrato que gestionará los campos de boyas ecológicas y la vigilancia de los fondeos en el Parque Natural de ses Salines. «Se tratará el caso de las Pitiusas de manera específica; todavía no sabemos cómo pero se redistribuirá la organización que hasta ahora se había seguido», apuntó Mir, quien añadió que se sigue trabajando en el borrador de decreto de posidonia «con el que pretendemos establecer un marco normativo que nos permita su protección y gestión de forma más cuidadosa» y apuntó que en Ibiza y Formentera
«en verano se genera una masificación importante que tiene consecuencias sobre la posidonia».