La tercera y última jornada para profesionales en la Feria Internacional de Turismo que se celebra hasta mañana en Madrid sirvió para que los responsables de Turisme y los empresarios del sector desplazados obtuvieran algunas certezas en cuanto a las previsiones de cara a la próxima temporada turística. Todo apunta a que los buenos resultados alcanzados en 2016 se repetirán, como mínimo, el próximo verano. De hecho, el aumento de las reservas para los extremos de la temporada permite hablar de incrementos de hasta el 10% en la llegada de turistas entre los meses de abril y noviembre. Fuentes del Consell Insular consideran «acertada» la previsión realizada por distintos hoteleros tras recabar datos de touroperadores y agencias de viajes de los principales mercados europeos, así como de los slots o reservas que maneja Aena para el aeropuerto de Ibiza.
Operadores británicos como Jet2 Holidays hablan de incrementos de hasta el 30% en el ritmo de sus reservas. Las nuevas conexiones aéreas con ciudades europeas durante el primer trimestre del año y el aumento de las frecuencias previsto para abril traerá más visitantes en invierno. El turismo de eventos y congresos también realizará una fuerte apuesta por Ibiza, según desvelaron agentes como Yolanda Torres, jefa de marketing de Atzaró, quien confirmó que para este año prevén un aumento del 10% en la ocupación del agroturismo.
Establecimientos de lujo como el hotel Aguas de Ibiza de Santa Eulària contemplan mantener los números del año pasado porque ya no pueden crecer más, tal y como aseguró ayer su jefe de ventas, Domingo Basilio Monteagudo. «Ya hemos tocado techo. Sería demasiado esfuerzo de optimización para acabar creciendo uno o dos puntos porcentuales en algunos meses de la temporada», subrayó.
Los agentes turísticos de Ibiza regresan a la isla muy satisfechos de su participación en Fitur y de las expectativas para la próxima temporada turística, mientras los representantes de las administraciones han enfocado su promoción a la oferta cultural, deportiva y gastronómica para los meses de invierno. Más visitantes en temporada baja, sostienen, ayudará a mejorar también el empleo para residentes y trabajadores y el bienestar de las familias.