La actualidad pitiusa no se detiene ni siquiera en una de las fechas más huérfanas de actividad del año. La isla se vacía en enero y febrero antes de comenzar a erguirse a medida que se aproxima una nueva temporada turística, pero Ibiza siempre genera noticias. De hecho, esta semana se han producido importantes movimientos tanto en el ámbito político como a nivel de sucesos.
Uno de los asuntos que más polémica ha despertado son las riñas internas que están diezmando la credibilidad y la posición emergente de Podemos ante la sociedad. La crisis que padece la formación a nivel nacional se extiende al ámbito insular, y podría acabar afectando a la gobernabilidad tanto del Consell d'Eivissa como del Govern balear. Las estrategias a seguir no parecen estar bien definidas –deberían clarificarse en Vistalegre II y en las asambleas insulares posteriores– y la premisa de consultar casi cualquier decisión con las bases –a priori el método más democrático– levanta demasiada polvareda mediática y alimenta las disensiones y la formación de clanes. El mes de febrero se presenta decisivo para la formación morada de Pablo Iglesias.
Otro de los asuntos más comentados ha sido el deplorable estado del nuevo acceso a Jesús. La reforma del primer tramo, que debía completarse en 45 días, acumula ya un año de retraso y lo peor es que su nefasta ejecución obligará a la constructora a rehacer el firme. El departamento de Carreteras del Consell Insular y su titular, Pepa Marí, están en la picota por no haber vigilado unas obras que son de su responsabilidad. Aunque el proyecto aprobado durante la anterior legislatura fuera igualmente nefasto, la obligación de los actuales mandatarios era controlar que la ejecución fuese ejemplar. De momento no se han depurado responsabilidades y los vecinos, indignados, ni siquiera confían en que la entrada principal al pueblo esté reformada y lista para la temporada turística.
La venta por más de 300 millones de euros del Grupo Pacha a Trilantic, un fondo de inversión con base en Estados Unidos, y el anuncio de que Space se llamará desde ahora Hï Ibiza, bajo la tutela del Grupo Empresas Matutes, son otras de las cuestiones que han traspasado esta semana las fronteras pitiusas de la información.