La Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Govern balear ha prohibido la salida de Ibiza de material vegetal de plantación, excepto semillas, susceptible de contagiarse con la bacteria Xylella fastidiosa.
El Govern balear explicó ayer que la prohibición, recogida en el Boletín Oficial de las Islas Baleares, tiene una vigencia de un año y pretende evitar «el peligro grave de propagación y dispersión» de la subespecie pauca de la xylella fastidiosa, detectada en Ibiza, una variedad «que muestra una patogenicidad muy elevada en el olivo y en el acebuche, pudiendo llegar a provocarle la muerte».
El ejecutivo autonómico, que ya había prohibido la exportación de material vegetal del archipiélago, limita ahora el tráfico interno, aunque la resolución no afecta al material vegetal para plantación que haga escala en el puerto o aeropuerto de Ibiza, sino que se limita a las plantas cultivadas total o parcialmente en la isla.
Subespecie peligrosa
La subespecie pauca, que se ha encontrado en una lavanda, una polígala y una acacia en la isla, hasta ahora no había sido detectada en Balears.
Los positivos por xylella fastidiosa en Mallorca son de subespecies diferentes, la fastidiosa y la múltiplex.
Hasta el momento se han confirmado en Balears 106 casos de árboles y plantas afectados de Xylella fastidiosa, todos ellos en Mallorca e Ibiza, aunque hay evidencias visuales pendientes de ratificación de que la bacteria también afecta a vegetales en Menorca y se da por hecho el contagio en Formentera por la proximidad respecto a Ibiza, que permite que insectos vectores del contagio pasen de una isla a otra.
El Govern balear estableció el protocolo de erradicación cuando se detectaron el pasado noviembre los primeros casos en un vivero de Porto Cristo, al este de Mallorca, pero ante la extensión de la plaga ha puesto en marcha un protocolo de contención.
La erradicación, que implicaría eliminar todos los ejemplares de las 300 especies vegetales susceptibles de contagiarse de xylella en un radio de 100 metros en torno a cualquier planta afectada por la bacteria, sería devastadora para la agricultura y el paisaje de las islas con la plaga tan extendida, argumenta la Conselleria de Agricultura.
El Ministerio de Agricultura apoya este planteamiento, pero la validación del protocolo deberá hacerla la Comisión Europea, que evaluará la situación sobre el terreno el próximo mes de junio.