La Asociación de Padres y Madres de Alumnos (Apyma) del colegio Can Raspalls de Sant Jordi amenaza con movilizaciones si siguen los vertidos incontrolados de agua, en algunas ocasiones aseguran que llegan a ser fecales, del edificio colindante, la residencia sociosanitaria de Can Raspalls desde hace tres años. «Estamos barajando la posibilidad de emprender movilizaciones como denuncias judiciales o la no asistencia de los alumnos a la escuela los días del vertido», dicen los padres en un comunicado en el que dan a conocer a la opinión pública la situación que llevan padeciendo desde hace tres años.
Aseguran, además, que en varias ocasiones «se han vertido aguas fecales, sucias y muy olorosas, produciendo situaciones desagradables, totalmente ilegales y de alto riesgo sanitario para los niños».
Los padres aseguran, según el testimonio de los responsables de la residencia, que las aguas se vierten a la calle desde un depósito de acumulación de aguas pluviales ya que no hay en el barrio ningún tipo de saneamiento para fecales. «Estos vertidos ocasionan grandes molestias en horarios de entrada y la salida de la escuela porque cruzar la calle significa mojarse los pies ya que este centro no está dotado de un paso de cebra elevado que aliviaría el problema», proponen los padres.
La gota que colmó el vaso de la paciencia de los padres sucedió el jueves de Carnaval en horario escolar cuando los alumnos salieron a la calle para participar en la rua. «En ese mismo momento se estaba realizando el tercer vertido de la semana a la vía publica. El olor era insoportable para todos y la situación crispó la paciencia de los padres», relatan. Desde la Apyma instan a los instituciones a encontrar una rápida y definitiva solución al problema de los vertidos de la residencia a la vía pública.
Tanto la Apyma como la dirección del centro se han puesto en contacto como la delegación territorial de Educación y el Ayuntamiento de Sant José para reclamar una solución real a los gestores de la residencia.
Desde el Ayuntamiento de Sant Josep aseguraron ayer que, tal y como dicen los padres, se trata de una cisterna de la residencia que acumula aguas pluviales y que al llegar a un tope se desagua. Al ser agua estancada llega a a producir mal olor, pero que no es competencia de la administración municipal sino de los responsables de la residencia, es decir de la Conselleria de Serveis Socials del Govern.
La respuesta
Desde el Govern explicaron que en las últimas semanas hubo una avería en el depósito de la residencia, que ya se ha detectado y se ha controlado. Recordaron, además, que son aguas pluviales estancadas (de ahí su mal olor) y pidieron disculpas a quienes se hayan visto afectados. En este sentido, recordaron que la zona donde se ubica la residencia no tiene red de saneamiento, por lo que se vieron obligados a tener el depósito. Además, señalaron que se debe buscar una solución definitiva.