Los usuarios del transporte público de Ibiza tuvieron que volverse a armar de paciencia ayer para recoger su nuevo bono en la sede del Consell d'Eivissa, donde, como el lunes, volvieron a formarse largas colas en búsqueda de esta tarjeta.
Los problemas técnicos que el lunes impidieron la expedición de las tarjetas de transporte público en el Ayuntamiento de Santa Eulàra se solucionarion ayer al mediodía, cuando técnicos de la máxima institución insular terminaron de configurar el terminal utilizado para esta tarea. Desde el Consistorio de Santa Eulària apuntaron que el lunes el servicio se inición con normalidad en las oficinas municipales de Jesús, mientras que en las de Puig d'en Valls se pudo empezar a expedir tarjetas a partir del mediodía. Además, también se tramitan los bonos de transporte público hasta que finalice el mes de abril en los ayuntamientos de Sant Antoni y Sant Joan.
El Consell tiene previsto destinar 30.000 euros para el proceso de emisión de las nuevas tarjetas. Se ha encargado una primera partida de 16.000 tarjetas: 7.000 T-General, 7.000 T-Daurada (para pensionistas y jubilados) y 2.000 T-Plata (para familias numerosas).
Además de la integración tarifaria también se pondrá en marcha un programa piloto de información de paso de los vehículos en tiempo real, que comenzará en seis paradas de las líneas Ibiza–Sant Josep e Ibiza–Aeropuerto.
Según el Consell, el nuevo sistema supondrá una rebaja general en los precios del transporte y más comodidad para el usuario: las tarjetas son electrónicas, personalizadas con la fotografía del titular y los abonos que se carguen tendrán una validez de seis meses. Además, los usuarios tendrán acceso a la página web personal, donde podrán consultar el saldo, los viajes realizados y, más adelante, recargar la tarjeta.
La nueva T-General sustituirá a la actual tarjeta monedero y se podrá cargar con un máximo de tres abonos de 20 viajes cada uno (T-20) para zonas diferentes. La isla de Ibiza se divide en cinco zonas, y cada zona tendrá un precio, que en los casos de las zonas 3, 4 y 5 serán sensiblemente inferiores. Además, la nueva tarjeta que se está tramitado tendrá una caducidad más alta, de seis meses, favoreciendo de esta forma un mayor uso.
Actualmente, el saldo de la tarjeta monedero caducaba al cabo de un mes si no se recargaba. Para realizar el trámit, solo se necesita el documento de identidad y facilitar un número de teléfono.