Tres bomberos con una radial, un quirófano y un paciente sedado y con un anillo de hierro en su pene. Son parte de los elementos que protagonizaron el martes una intervención de riesgo en el hospital Can Misses.
«Fue una intervención de precisión con unos condicionantes especiales y que entraña un riesgo, pero afortunadamente todo salió bien y fue menos laboriosa que la realizada hace cuatro años». Así relató ayer el jefe de Bomberos, Miguel Sevilla, la intervención realizada por tres de sus efectivos.
Pasadas las 13.00 horas, el parque de Bomberos recibió una llamada desde Can Misses requiriendo su presencia para la retirada de un anillo en el órgano genital de un paciente.
Sevilla apuntó que los tres efectivos se desplazaron hasta el quirófano, donde el hombre ya estaba preparado para una intervención que «ya no es extraña» para los bomberos de Ibiza. El hombre tenía colocado un anillo de hierro en su pene, un elemento que le estaba causando una gran opresión en su órgano genital.
«El paciente debe estar sedado porque es una intervención que conlleva su tiempo y su riesgo», apuntó Sevilla, quien advirtió que la radial debe cortar un metal que va adquiriendo altas temperaturas por el propio efecto de la máquina. A este riesgo se suma el hecho de que se está interviniendo sobre un órgano sensible. Para liberarlo hay que cortar el anillo por dos zonas.
Sevilla señaló que la intervención duró tres cuartos de hora. «Fue menos complicada que la realizada en agosto de 2013 porque en aquella ocasión el anillo era de acero quirúrgico. Aquella vez hicieron falta dos discos para cortar el anillo», recordó Sevilla.
Afortunadamente, todo quedó en un sobresalto y el paciente recibió el alta hospitalaria.