A la nueva consellera ibicenca del Govern de les Illes Balears, Fanny Tur, deben resultarle abrumadores tantos panegíricos. Los encomios que de ella se pueden leer este fin de semana en la prensa son cargas de profundidad con espoleta retardada, porque a no tardar los mismos que los profieren con gran justicia -y algo de desmesura, todo hay que decirlo-, los tornarán dardos envenenados y críticas lacerantes a la mínima oportunidad, no le quepa duda. Es lo que tiene entrar en política y hacerlo como una alta cargo del Ejecutivo autonómico, pero a la mitad del partido, un poco antes de que el árbitro pite el final del primer tiempo.
Quizás a la buena de Fanny se le haya pasado por alto la situación por la que atraviesa el equipo al que se incorpora, algo que sí percibió el eterno candidato del PSM, Toni Verger, al declinar el ofrecimiento. Varios de los "máximos goleadores", léase el vicepresidente Biel Barceló y el conseller Vicenç Vidal, ya han visto la tarjeta amarilla y pueden ser expulsados en cualquier momento por la Fiscalía. Y en todo caso, en las gradas del estadio, las hinchadas respectivas de la mayoría de izquierdas andan a la greña, porque los hay que piensa que las dificultades por las que Més atraviesa son fruto de las malas artes del PSIB, que se fue con el cuento de los contratos a Jaume Garau a la prensa, además de a Intervención, quien ya apunta a que se fraccionaron contratos. Veremos si a Fanny le centran el balón y si ella puede marcar algún gol o ayudar a que algún otro lo haga, pero igual está un poco desentrenada después de tanto tiempo de archivista en el Arxiu Històric d'Eivissa. Todas las cosas que se dicen de la nueva consellera que el lunes tomará posesión de su cargo en la capilla del Consolat de Mar de Palma deben ser ciertas y no hay porqué ponerlas en duda. Excepto una cosa: su independencia. Sostener que Fanny Tur es independiente, es además de una majadería, algo que sospecho que a ella misma no le debe hacer ni pizca de gracia. Independentista es posible. Independiente, en absoluto. Fanny es una militante de izquierdas y nacionalista. Y es absurdo que no se proclame, cuando ella misma en su perfil de tuitter tiene como imagen de perfil el emblema -un tanto prehistórico ya- de la lucha antiautopistas en la que parece haberse quedado pillada, como demostró en su comparecencia en la comisión de investigación parlamentaria que tanto PP como PSIB-Més-Podem llevarán a la Fiscalía para que los fiscales aprendan a hacer su trabajo. Fanny Tur también es de las que opina que el Ministerio Público tuvo pasividad en el asunto de las autopistas y que el fiscal Juan Carrau archivó las denuncias sin mirarla a la cara. Ahora Carrau investiga los contratos que afectan al partido que la ha propuesto para el cargo, seguramente por su "independencia", claro.
• Conflictos en Vila.
Al ayuntamiento de Vila se le acumulan los problemas con el asunto del descontento en la Policía Local, pero este asunto se solucionará en breve, ya lo verán. A pesar de la generosa oferta del consistorio, los agentes hacen la chulada de despreciarla para pedir más, quizás porque ven en la actitud del Ayuntamiento cierta predisposición al acuerdo que ellos interpretan como debilidad. Sin embargo, la movilización de los vecinos y comerciantes de l'Eixample Nou (AVICEN) en contra del albergue en la calle Vicent Serra i Orvay y a favor de que se haga en Es Gorg, toma fuerza a cada día que pasa, sin que desde Can Botino sean capaces de apreciar que la bola de nieve rueda ladera abajo y se irá haciendo más grande, hasta que ya no haya forma de pararla. Ayer organizaron un simulacro de votación en el bulevar Abel Matutes, con no poca participación, lo que demuestra su activismo y su combatividad. Si este asunto no le cuesta el gobierno municipal a PSIB-Guanyem, estará cerca de hacerlo. Y, en cualquier caso, quebraderos de cabeza les acarreará muchos. Y es que la hemeroteca de la que se han armado los vecinos es demoledora..
• Furgonetas donde vivir.
Es lacerante el episodio de la furgoneta que se alquilaba en internet como vivienda. Y más aún la caradura que demuestra el propietario, que encima presume en la tele de que el negocio va viento en popa y que va a comprar más vehículos dada la demanda existente. Y lo que veremos este verano, porque esto sucede mientras comenzamos el mes de abril. La ley que aprobará el Parlament sobre el alquiler turístico llegará tarde y ya nada podrá impedir el desastre habitacional del que llevamos tanto tiempo oyendo alarmas sin que nada o muy poco se haya hecho. Esta semana han sido los sanitarios quienes al alertado de la catástrofe. Sin anestesistas suficientes, ¿qué vamos a hacer en Can Misses?
Feliz domingo de Ramos.