El concejal de EPIC Antonio Vilallonga llegó como siempre guerrero al pleno de Vila pero, en esta ocasión, se le fue la mano a juzgar por la tormenta que desató entre el resto de los concejales.
El «agente del caos», tal y como le definió el primer teniente de alcalde, Alfonso Molina, encendió la mecha cuando se refirió al alcalde Rafa Ruiz como «el niñato» a primera hora de la mañana. Lejos de rebajar la tensión, Villalonga consiguió sacar de las casillas a buena parte del equipo de gobierno con sus intervenciones incisivas y unos ataques que llegaron incluso a los ediles del PP. «Cuando sea mayor quiero una oposición tan comprensiva con el equipo de gobierno como la suya», les espetó en su papel no solo de oposición sino también de oposición a la oposición.
La bancada popular no se quedó impasible ante los ataques de Villalonga y pidió disculpas al público presente, alumnos de tercero de la ESO del Instituto Sa Blanca Dona a quienes auguró que no se harían políticos en un futuro después de asistir a este agitado pleno de más de seis horas de duración.
El díscolo concejal de EPIC se llevó el rapapolvo final de boca de la concejala socialista Elena López, quien le recomendó «educación y elegancia» en una dura intervención en la que llegó a decir a Villalonga que no era consciente de la gravedad de sus acusaciones cuando abordaba uno de sus temas preferidos: los negocios en ses Feixes de los familiares del alcalde.