El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Sant Antoni se ha esforzado estos días en intentar desviar la atención sobre el informe que presentó su interventor en el que alertaba del incumplimiento de la ley a la hora de pagar determinadas facturas. El hecho es que el funcionario municipal saca los colores al tripartito y ellos, que ahora gobiernan y tienen la responsabilidad de hacer cumplir la ley, en lugar de explicar su gestión, muestran facturas municipales de hace siete años que nadie puso en duda en aquel momento. Han seleccionado muy bien las facturas que han sacado a la luz para, además, intentar desprestigiar y confundir a la opinión pública en contra del Grupo de Comunicación que se hizo eco del informe del interventor. Entre éstas, un listado de los pagos que efectuó el Ayuntamiento desde el año 2009 a Televisió d'Eivissa y Formentera, como si el hecho de que la TEF recibiese ese dinero en aquella época les legitimase ahora a ellos para saltarse la ley a la torera. Lo que han pretendido es iniciar una guerra de medios de comunicación para no tener que dar explicaciones de sus supuestas ilegalidades. Y ya pueden estar contentos porque lo están consiguiendo. No por parte de este Grupo, que ya sabe lo que es sufrir una caza de brujas con el tema del reparto de la publicidad institucional. Pero ayer el periódico de la competencia entró directamente al trapo y les hizo el juego, tal y como ellos querían. Atacó despiadadamente a este Grupo de Comunicación por hacer exactamente lo mismo que ellos: informar a la vez que defender sus legítimos intereses empresariales. Y, para ello, no dudó en poner en tela de juicio hasta el informe de un interventor municipal, desacreditando su labor de fiscalización e incluso su profesionalidad, y dándole lecciones de cómo debe hacer su trabajo.
No seré yo quien cuestione la labor de un alto funcionario municipal. Tampoco la de mis compañeros de profesión. Pero sí me veo en la obligación de defender el medio de comunicación donde trabajo porque se están diciendo muchas barbaridades sobre la TEF que, de forma intencionada o no, demuestran muy poco conocimiento sobre un medio audiovisual.
El Ayuntamiento de Sant Antoni firmó un convenio con la TEF para la realización, producción y emisión de un programa que se llamaba Connexió Sant Antoni. En dicho convenio, además, se incluían otra serie de servicios con un coste a precio de mercado bastante más elevado del que se cerró por todo el paquete audiovisual. Entre ellos, la donación a la Corporación de todas las imágenes que se grababan, así como la grabación íntegra de todos los plenos municipales. Esta documentación forma parte del archivo audiovisual del Ayuntamiento de Sant Antoni. Realizar un programa de televisión es caro. Mucho más costoso que producir, por ejemplo, un anuncio publicitario de 20 segundos y muchísimo más caro que realizar un anuncio en cualquier medio de comunicación escrito o radiofónico. Es una obviedad que todo el mundo sabe. Pero además de los costes de realización, de producción, de personal y de material, hay un coste de emisión, ya que las cadenas de televisión pagan anualmente unos altísimos costes por emitir su señal. En aquella época, el Ayuntamiento de Sant Antoni tenía interés en que sus ciudadanos tuviesen un programa sobre su municipio semanalmente y se lo encargó a la TEF porque, no lo olvidemos, es la única televisión local de Ibiza y Formentera. Es decir, no hay otro medio de comunicación semejante. Igual que ahora el Ayuntamiento tiene interés en gastarse ese dinero en poner publicidad en otros medios que no son la TEF. Nada que decir. Pero ahora al equipo de gobierno de Cires le toca responder a sus ciudadanos sobre una serie de contratos que nada tienen que ver con TEF. Tienen que explicar por qué hicieron caso omiso a su interventor cuando les dijo que estaban incumpliendo la ley. De hecho están invitados, como ya saben, a venir a la televisión local de Ibiza y Formentera, a TEF, a dar todas las explicaciones que crean oportunas. Porque hasta la competencia sabe que en TEF tenemos las puertas abiertas a todo el mundo. Los tiempos cambian, las formas de hacer periodismo en esta isla, afortunadamente, también. Mirar al futuro y no al pasado es nuestro objetivo y espero que también lo sea el de nuestros gobernantes, porque, de lo contrario, seguiremos estancados en una involución política permanente nada constructiva.