La Asociación de Vecinos de Sant Rafel denuncia las presuntas irregularidades cometidas en la construcción de la finca Los Olivos y una posible invasión de espacio público de la valla que rodea el complejo, ubicado en la rotonda de acceso al pueblo.
Según señaló ayer Vicent Riera, el portavoz de los vecinos, fue a raíz de la revisión de unos planos de las obras del túnel de Sant Rafel cuando comprobaron que la citada valla se había levantado unos tres metros más adelante de lo que le correspondería.
Delante de esta valla hay unos terrenos públicos donde los vecinos quieren construir ahora un aparcamiento disuasorio que palie los problemas de estacionamiento que tiene en estos momentos Sant Rafel y que podría ser más grande si el propietario de la finca situara la valla de su propiedad donde le corresponde. Este aparcamiento permitiría además que los padres que van a dejar a sus hijos al colegio dejaran sus vehículos allí y no saturaran las calles de la localidad, cuya fluidez también mejoraría si se construyera otra rotonda enfrente de la gasolinera que hay encima del túnel.
Vicent Riera recordó además que, en el año 2007, unos vecinos de Sant Rafel presentaron una serie de alegaciones ante la Conselleria insular de Mobilitat en las que denunciaban «actuaciones irregulares en la ejecución de las obras de la rotonda de Sant Rafel y en la construcción de una valla de considerable altura por parte del propietario de la finca». Por este motivo, los vecinos han vuelto a poner sobre la mesa este asunto en el Consell d'Eivissa, cuyos responsables en urbanismo se han comprometido a investigar.
La urbanización de la zona tras la construcción del túnel también provocó otros problemas, como que los vecinos que viven detrás de la finca no dispongan de un vial para acceder al pueblo y, para hacerlo, tengan que ir necesariamente hasta la siguiente rotonda de la carretera de Sant Antoni y dar la vuelta.
Asimismo, los vecinos de Can Parent, que viven junto a la discoteca Privilege, tampoco pueden ir caminando hasta Sant Rafel pese a la proximidad en la que se encuentran porque en ese tramo de la autovía de Sant Antoni no hay aceras ni arcenes que garanticen la seguridad de los peatones.
Otra de las reivindicaciones que los ciudadanos demandan es el embellecimiento de una localidad cuya calle principal es una carretera que registra mucho tráfico y circulación de vehículos pesados. Para ello, reclaman más árboles que embellezcan el entorno urbano y, sobre todo, la construcción de más aceras que permitan el paso de los vecinos sin las dificultades actuales.
En el camino al aparcamiento disuasorio que hay junto al parque de Pep ‘Negre', se da la circunstancia de que conviven dos aceras a diferentes niveles: la que había antes de la remodelación de la zona que ahora es inservible y la actual, separadas por restos de asfalto de la antigua carretera donde han crecido abundantes hierbajos.
Un pueblo para los coches
El portavoz de los vecinos sostiene que Sant Rafel «no está pensado para los peatones» y que una de las posibles soluciones al exceso de tráfico sería habilitar alternativas que desvíen el tráfico de los vehículos que vienen de Santa Eulària y que circulan por Sant Rafel de paso para dirigirse a Sant Antoni.
Otro de los ‘puntos negros' de la localidad está situado en la entrada del campo de fútbol del Sant Rafel, cuyo acceso se ubica en un cambio de rasante y obliga a parar el tráfico cuando los vehículos que quieren girar a la izquierda tienen que esperar a que no venga otro de frente.
La asociación vecinal también reclama una mejora de las paradas de autobuses, especialmente en la línea que une Sant Antoni con Santa Eulària. La parada está frente al establecimiento Es Fornell pero, al no tener ni marquesina ni señal que lo indique, aparcan muchos coches en su lugar y los autobuses se ven obligados a parar donde pueden. Por este motivo, piden que los autobuses que recorren este trayecto se detengan en la parada que hay junto a la gasolinera que está debidamente señalizada y cuenta con una marquesina.
LA NOTA
Acumulación de basuras
Los vecinos de Sant Rafel denuncian la acumulación de basuras en la gran isla de contenedores que está situada en la carretera de entrada al pueblo. Aseguran que estos contenedores son «un nido de suciedad» porque mucha gente deposita colchones y enseres de gran tamaño en el exterior, especialmente a principios de la temporada cuando muchos aprovechan para hacer reformas.
Los vecinos aseguran además que reciben mucha más basura de la que generan ya que muchas personas de otras localidades tiran su basura en Sant Rafel cuando pasan en coche